Clase Empresarial.MX Julio 2020 | Page 25

Pública (SEP) inició desde el 23 de marzo, el programa Aprende en Casa por TV y en Línea, para que los alumnos tengan una opción de aprendizaje durante la suspensión de actividades escolares. Pero entre todas estas iniciativas, surge la preocupación y el mayor desafío para el sistema educativo que son las miles de familias mexicanas que no cuentan con acceso a Internet o algún dispositivo electrónico que les permita tomar las clases en línea. Por ello, la misma SEP señaló que está creando espacios por radio y campañas para distribuir cuadernillos de actividades para que la educación no se vea interrumpida por cuestiones tecnológicas. La pregunta que permea aquí es, ¿será esto suficiente para llenar todos los vacíos que estas instituciones dejan? Cabe recordar que la escuela no solo es un sitio para promover la educación, sino que también ofrece a millones de niños y niñas alimentación, así como les da certeza a los padres de tener en un entorno seguro a sus hijos mientras trabajan. El contar con este nuevo método de enseñanza desde casa, condiciona a las familias, en especial a las madres, a nuevas tareas y mayores restricciones en caso de que estas tengan que hacer frente a las obligaciones laborales. Esto no solo pone en riesgo la estabilidad laboral de los padres, que de por sí ya es crítica en estos puntos de la crisis, sino que también condiciona el rendimiento escolar de los niños y, en los estratos más vulnerables, incrementan las tensiones dando paso a la violencia doméstica, uno de los principales problemas en el país. Maestros, piezas clave para la nueva forma de educación Los profesores son el acompañamiento ideal para el aprendizaje; sin embargo, también ellos se enfrentan a problemas cruciales, desde la adaptación de los cursos que les obliga a explotar su creatividad pedagógica hasta la carencia de habilidades ante las tecnologías. Aunque, si bien, los docentes han sabido adaptarse en la mayoría de los casos, el reto aún sigue vigente, por lo que, ante este panorama, se estima que será indispensable que, para el ciclo escolar 2020-2021 los profesores se integren a los mismos grupos para evaluar las carencias de aprendizaje de los alumnos que dejaron de ver la primera mitad del año e integrar jornadas ampliadas en las escuelas. El nuevo ciclo escolar tendría una etapa de reforzamiento de conocimientos y nivelación, en caso de necesitarlo. Aunque se espera que el regreso a clases presenciales sea en agosto, todavía no se puede garantizar que suceda de tal manera, pues todo dependerá del estatus de los semáforos epidemiológicos de cada región. @revistaclaseempresarial • 24