Reconfiguración
de la educación en México
Uno de los últimos sectores en regresar en México, es el que tiene retos más significativos
Alrededor de 25.4 millones de alumnos y 1.2 millones
de maestros en más de 226 mil escuelas públicas y
privadas de educación básica, están oficialmente en
casa desde el pasado 23 de marzo, provocando cierta
incertidumbre sobre cómo avanzará el proceso de
enseñanza en nuestro país.
El apagar las luces en las escuelas provocó un
cambio tan repentino como la pandemia que aqueja
actualmente al mundo. Las instituciones educativas
no estaban preparadas para un cambio tan drástico
como este, aunque hubo algunas que tuvieron que
enfrentar desafíos aún mayores para continuar con
sus procesos a distancia, aunado con la adaptación
que tuvieron que hacer los docentes para adaptar sus
clases a esta nueva forma de conexión.
La contingencia sí que impactó el aprendizaje, pues
el 70% de la currícula ya se había cubierto cuando se
cerraron las escuelas por esta pandemia. La pregunta
de fondo es qué tanto se cubrió o no este 30% que se
hizo desde los hogares. Y cuáles son las medidas de
mitigación para evitar esto.
Esto trae a cuento una nueva realidad, y es la forma de
interacción, una convivencia donde la enseñanza se
envíe y se reciba bajo dinámicas diferentes, a través
de cursos más didácticos y que no sólo implique
estar observando una pantalla.
Diversos docentes y sus instituciones han optado
por las videoconferencias y por adaptar los cursos
para disminuir las clases, aprovechando el resto del
tiempo para actividades asíncronas que refuercen el
conocimiento.
Asimismo, el proceso de evaluación también se tuvo
de modificar, haciéndolo más acorde a la situación y
empático a las necesidades del alumno, sin sacrificar
ni la calidad, ni la exigencia, que siempre se han
manejado.
El gran problema en la educación básica
Las desigualdades son también pieza clave en el
sistema educativo mexicano. Las estrategias de
educación a distancia no serán fácilmente accesibles
para todos. Por ejemplo, 90% de la población
perteneciente al estrato socioeconómico alto cuenta
con acceso a internet, en contraste con el 19% en el
estrato bajo.
Ante esta situación, la Secretaría de Educación
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