Cinéfilo 16 - Marzo 2014 | Page 49

Había una vez un pájaro cantor lenguaje para los gestos y para la mirada. Pero no, tuvieron que inventar lo que inventaron. Les voy a mostrar lo que era el cuadro en aquel entonces… (explica con dibujos el cambio en las proporciones del cuadro cinematográfico que implicó el cine sonoro). Este fotograma le permitió a los comerciantes hacer el cine parlanchín. Al principio, durante los primeros pasos del cine, la cámara era inmóvil, dirigida hacia un lugar y el encanto era ver cómo se veían las bocas de manera sincrónica con el sonido, al principio si mal no recuerdo eran cantantes de jazz, movían la voz y uno oía que cantaban y decía “¡Oh!”, eso era lo sorprendente, eso estaba muy bien. Pero después empezaron a hablar, eso ya fue un poco más difícil. No se podía inventar todo de pronto, entonces había un solo micrófono y hablaban a una distancia de él. No existían esos micrófonos con brochecitos ni las cañas que tenemos ahora. Entonces hablaban y hablaban y la gente se empezó a acostumbrar a que el cine era eso. Después hasta apareció un oficio especial en Hollywood: los dialoguistas. Se hacía una adaptación del guion, con diálogos de fulano de tal, y el cineasta no podía hacer nada con eso, apenas darle play y stop al motor. Después de mucho tiempo aparecieron los micrófonos móviles, una gran caña con el micrófono al final que permitía poner el micrófono encima de los actores. El cine parlanchín se quedó como un cáncer en el cine. En la mayoría de las películas, si entienden la lengua, podrían cerrar los ojos y comprender el contenido de casi toda la película. Así fue que Hollywood inventó una cosa más. Ustedes saben que es muy descortés en una película repetir el mismo plano dos veces. ¿Entonces qué hace Hollywood…? Pastoral Acá empieza otra larga exposición con dibujos. Pasan en fila: El plano-contraplano y todas las técnicas estandarizadas por Hollywood para planificar las escenas: “La técnica que inventaron estos cabrones… Un método con el cuál ustedes pueden filmar un diálogo enorme de diez minutos con dos cámaras, y van a hablar y hablar y hablar y ustedes van a pegar el pedazo 1 más el pedazo 2 más el pedazo 1 más el pedazo 2, etcétera, etcétera hasta N. No es más que la repetición de un cuadro, no está pasando nada de nada y repiten las mismas imágenes. Lo pueden repetir hasta treinta veces y no sucede nada, no hay siquiera movimiento, puro diálogo, sólo hablan. A lo mejor hay una señorita que puede llorar, y el señor es malo, o la señorita puede ser mala y el señor se pone triste, pero eso es todo, no hacen más que hablar. Esto se hace nada más para grabar el sonido, el diálogo, y el diálogo está escrito por los especialistas. Es una vergüenza. Vean esas películas, fíjense en la televisión sobre todo, y van a ver que esa es la regla que utiliza esta gente que no considero colegas míos, son otra cosa, son hacedores de cine.” Los cortes del cuadro por culpa de las proyecciones: “El sistema antiguo, el sistema normal con sonido y el sistema americano son incompatibles, por eso cuando ustedes ven mis películas que son filmadas en Francia el resultado será que las cabezas están cortadas arriba, todas las cabezas están cortadas por el lente de proyección de 1.85. Cuando se proyectan mis películas con un objetivo 1.85... acá por ejemplo cuando mostraron Chantrapas había un detalle, un personaje se agacha y 47