EDI-
TO-
RIAL
A DE JUVENTUD
IST F
ENTOS
EDITORIAL
“¡HAGAN LÍO! PERO TAMBIÉN AYUDEN A ARREGLAR Y OR-
GANIZAR EL LÍO QUE HACEN. LAS DOS COSAS ¿EH? HA-
FRANCISCO I - 2013
GAN LÍO Y ORGANICENLO BIEN. ”
Hoy la globalización de los mercados multiplica
la pobreza y la marginación en cada lugar donde
hace sentir su infl uencia. Por eso mismo, la jus-
ticia social se evidencia como más necesaria que
nunca. El Papa Francisco es sin dudas el abande-
rado de la convicción a nivel planetario. Una Comunidad en procura de la Justicia Social,
con el Pueblo como protagonista, a través del
trabajo como herramienta para forjar la dignidad
humana. Porque es a través del trabajo que el in-
dividuo se realiza en el marco de una comunidad
que también se realiza.
Las ideas vencen al tiempo. Las Organiza-
ciones también. Del lado de los pueblos, esas
organizaciones trascienden el tiempo en la me-
dida que son autónomas y defi enden intereses
comunes del conjunto de los sectores popula-
res. Poniendo el eje en la unidad que se nutre
de la diversidad de pensamientos y experien-
cias puestos al servicio del bien común. El primer anhelo del Movimiento Obrero Argenti-
no es el de alcanzar la Justicia Social. Es el mismo
que lleva a la acción al primer jesuita en ser
consagrado Papa.
Sólo así sobreviven a sus creadores, superando
las capacidades individuales de realización. Sólo
así logran convertirse en una realidad efectiva,
como solemos cantar.
Las bases ideológicas de la Doctrina Social de
la Iglesia, son ampliamente compartidas por el
Movimiento Obrero Argentino, y también die-
ron sustento al fenómeno político más impor-
tante de nuestro País.
El propio General Perón defi ne al Movimiento
Nacional Justicialista como profundamente
cristiano y profundamente humanista. Con esa
identidad estructuró en la práctica lo que luego
daría en llamar la Comunidad Organizada.
Identifi cados con la esencia más noble de estas
ideas, queremos compartir estas páginas con
nuestra Juventud Maravillosa, que lejos de estar
dirigidas a una cuestión de fe, están humilde-
mente orientadas a resaltar que ante la eviden-
cia de la injusticia, en cualquier plano de la vida
o momento de la Historia, los seres humanos
tenemos una sola forma de luchar, y es nuestra
infi nita capacidad de organizarnos.
UNA COMUNIDAD EN PROCURA DE LA JUSTI-
CIA SOCIAL, CON EL PUEBLO COMO PROTAGO-
NISTA, A TRAVÉS DEL TRABAJO COMO HERRA-
MIENTA PARA FORJAR LA DIGNIDAD HUMANA.