Número 8, Año 3
aba a fondo, que quería saber, marchar hacia adelante y así le fue.
Es decir, sinceramente, no pudo seguir adelante. Él quería llegar
al anarquismo total y así le fue. Un hombre que quería hacer la
revolución ya mismo, y pobre fracasó en ese sentido.
Leandro: Dejó una huella...
Bayer: Dejó una huella, sí; pero fracasó evidentemente, no pudo
lograr nada de lo que quiso.
Leandro: Me quedó mucho la impresión que vos tenías de las car-
tas que él le escribía a América, su romanticismo.
Bayer: Era un verdadero poeta el hombre.
Leandro: Vivía con una desmesura libertaria.
Bayer: Libertaria, sí, así es.
Leandro: Justamente trajimos una versión del libro que tenemos
allá en la Biblioteca José Ingenieros 2 , y lo trajimos...Ya que te
veníamos a visitar.
Julia: Éste es, el de Severino.
(Bayer firma el libro)
Martín: ¿Era una época donde el romance estaba con el anarquis-
mo?
Bayer: Sí, se creía en la revolución y se creía poder realizarla. Así
que avanzó muy rápido él (Di Giovanni).
Martín: ¿Quizás sin ese romanticismo, tampoco hubiese habido
esa efervescencia?
Bayer: Sí, así es.
Joaquín: Creo que podemos pensar ese momento en que un per-
sonaje histórico, pasa a ser mitológico de un momento al otro, sin
algo definido, que creo es un poco por donde había empezado a
preguntar Leandro. ¿Vos qué opinión tenés respecto a esa diferen-
cia problemática que se hace a veces entre mitología e historia?
Bayer: La verdad que Severino Di Giovanni es una leyenda, ¿no?
Y no pudo seguir adelante, la sociedad lo líquido sinceramente.
Murió fusilado, un hombre con muchos principios que finalmente
cayó, que finalmente no pudo lograr lo suyo. Quiso lograr lo que él
quería y no pudo evidentemente, quería hacer la revolución.
Leandro: Un héroe trágico.