mentira. Son todas cosas que posibilitan la
existencia, sino sería sofocante, insoportable.
En el caso de la mentira, que tiene un gran
peso a nivel moral. Hay una gran película que
es una mierda pero...
no pasaron, o se me ocurrieron ahí eso es ver-
dad. Todavía está esa pregunta de “Che ¿Pasó
o no pasó?”. Entonces en facebook como es
todo en primera persona es una gran posibi-
lidad para mentir. Una gran posibilidad para
hablar en primera persona y que se sienta
verdadero. Me parece que ahí la posibilidad
de crear algo, en el pacto ese ficcional que se
necesita, está fácil. También subí fotos del te-
léfono pegado en Barcelona y me escribe un
chabón “Juntémonos a tomar una cerveza”. Y
lo peor es que hay cosas que realmente me
ocurrieron, también, entonces nunca se sabe.
A mí el gas me lo cortaron.
A: ¿La invención de la mentira?
Si. Es la película con la mejor idea peor he-
cha. Extremiza eso, cómo una idea tan, pero
tan genial puede ser tan mal hecha. Ahí se
ve clarísimo lo moral que es mentir. Lo bien
que hace al funcionamiento de la sociedad la
posibilidad de mentir. Se espera de uno que
mienta para ser una buena persona, porque
sino al otro lo estás haciendo mierda todo
el tiempo. No podemos tolerar ese nivel de
verdad.
Ojalá no me lo hubieran cortado y yo hubiese
escrito ese poema sin que me corten el gas. O
sea, el que logra mentir así es un genio. Si te
pasa ya te viene medio guionado.
J: A mí la mentira siempre me lleva tam-
bién a la idea de la ficción. Porque la fic-
ción ante todo es mentira, es una mentira
amigable, verosímil y que pide que creas,
pero a fin de cuentas es una mentira.
A: Igual hay que ponerlo en palabras tam-
bién.
De hecho a veces sueño con hacer un taller li-
terario que se venda como diciendo “¿Querés
hacerte el lindo, el inteligente, el que viajás,
el que come bien? No te saques fotos, escri-
bí” Y ahí vas a poder hacer que fuiste a Nueva
York, que fuiste a Uruguay y pensaste cosas, y
te lo van a creer. Si te sacás una foto no podés
mentir demasiado, la playa tiene que estar de
fondo. O tenés que saber mucho Photoshop
que es carísimo. Hacete un taller literario, lee
un par de libros y si querés armar una ficción
y mentirle a los demás que tenés una vida in-
creíble, lo podés hacer escribiendo. No es lo
que me interesa a mí, pero tengo la fantasía
de vender un taller literario así. Loco, están
todos en esta, con la literatura es mucho más
fácil.
Bueno, algo que tiene increíble escribir en Fa-
cebook, es que la gente piensa que todo lo
que escribís te pasó. Porque es como un dis-
positivo de confesión. O sea, la selfie es el “Lo
que estoy comiendo”, que sigue siendo así,
develar tu propia vida.
J: Claro, pero como vos querés. Porque es
un recorte.
Obvio que sí, pero ¿Cuánto tardamos en dar-
nos cuenta de eso? No fue al toque que diji-
mos “Ahh, la gente está haciendo un TVR de
su vida” (Risas).
Bueno uno de esos textos que escribí, había
viajado con una chica y después me dijo “Che
boludo eso no pasó”. ¡No! La mitad de cosas
A: Y más barato. Creo que ahí se juega,
además de lo que vos decías del lenguaje,
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