Éramos
Aunque te encante dedicarme evasión y arranques a la mitad del vuelo
las miradas que iban a cruzarse con la mía, aunque evites el contacto y la
agonía, la posibilidad de tenerme o sufrirme, de quererme o perderme,
de anhelarme o desearme, aún en el más fingido desprecio no vas a po-
der quitarle al nosotros la posible existencia; idea sublime que a veces te
atrapa y te seduce.
No te rindas, resiste y lucha, que a mí me encanta pisotear la realidad y
admirar las imágenes de lo que éramos y no seremos. Déjame el Éramos
y llévate el No seremos porque yo no logro conciliarlos.
En mis sueños éramos, en lo tuyos no seremos. Si no lograste verlo, deja
te cuento que éramos mezcla perfecta de intención y duda. Éramos lo
que siempre quisimos ser, lo que no habíamos podido, éramos a lo que
no nos habíamos atrevido, lo irrepetible, lo infalible, éramos la decisión
mejor tomada, de la que no pudimos arrepentirnos, éramos el recuerdo
más preciado, el beso más ansiado, éramos la caricia dada en el momen-
to perfecto, el inmenso mar, la oportunidad que lleva prisa, el último
vistazo al pasado y el primer paso hacia un nuevo lugar, éramos la sonrisa
sin causa aparente, la locura inexplicable, el silencio de la calma, la com-
plicidad envidiable, éramos en mis sueños y ahí continuaremos felices.
No puedo evitar pensar en todo lo que éramos y no seremos, y tú debes
imaginar todo lo que seríamos y no somos. Es bueno evocar que éramos
aunque no fuimos porque cada cual es en el tiempo que más le favorece
y seguimos existiendo en donde hay mayor oportunidad de permanecer.
Yo prefiero quedarme en donde éramos aunque te dejo ir hacia donde
sólo tú eres.