Choco, tal vez yo podría ser tu mamá.
¿Tú? preguntó Chocopero si tú no eres amarilla, además no tienes alas ni mejillas grandes y redondas. Tus pies tampoco son como los míos.
¡Qué barbaridad! dijo la señora Osome imagino lo graciosa que me vería.
A Choco también le pareció que se vería muy graciosa.
Buenodijo la señora Osomis hijos me están esperando en casa. Te invito a comer un pedazo de pastel de manzana. ¿Quieres venir?
Choco, te presento a Hipo, a Coco y a Chanchi. Yo soy su madre.
Después de aquella pequeña fiesta, la señora Oso abrazó a todos sus hijos con un fuerte y caluroso abrazo y Choco se sintió muy feliz de que su madre fuera tal y como era.