Esta frase, como tantas otras, da lugar a la desigualdad que hay en el ámbito social y político.
Hace años las mujeres luchan por la igualdad de derechos, como por ejemplo, cuando no tenía derecho al sufragio -y mucho menos a cargos políticos- y se les negaba la posibilidad de trabajar. Hasta no hace mucho tiempo se las trataba como objetos sexuales que sólo servían para satisfacer las necesidades y realizar los quehaceres del hogar: cocinar, limpiar y atender al hombre. Tal es así, que los derechos amparaban únicamente al hombre.
Tras varios años de lucha, los derechos de las mujeres fueron cambiando. Pero la lucha sigue en pie.
El tema que hoy tratamos es la despenalización del aborto. Lo consideramos muy importante, ya que en Argentina se producen entre 310.000 y 520.000 abortos inducidos -tanto legales como ilegales-, pero se sabe que son más los ilegales y en condiciones precarias por el bajo presupuesto de las mujeres que se los realizan. En Argentina un aborto clandestino en condiciones seguras se cobra alrededor de 1.000 dólares, más de 36.000 pesos.
Dados estos datos, ¿por qué es que todavía no se aprueba esta ley?
Esta lucha no va a acabar y el movimiento feminista va a seguir manifestándose por adquirir un derecho más de la mujer. Por el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Todos sabemos que abortar es una experiencia horrible para cualquier persona, pero la clandestinidad es peor y expone seriamente a una mujer que no puede mantener a un hijo.
Las opiniones son diversas, pero -como siempre- el lector tiene la última palabra. Está claro que los abortos seguirán existiendo. La cuestión por tratar es:
¿Debe ser legar o tiene que seguir siendo ilegal?
¿Qué creen ustedes?
hubiera cerrado las piernas
Por Belén, Santiago, Maximiliano y Luis
25