C(h)arácter Vol 2 May-June 2013 | Page 89

estremecía, como si lo que tuviera en su interior intentara escapar. Buscó una piedra lo más plana posible y le dio vuelta al balde descubriendo al pequeño gnomo, quien saltó rápidamente intentando alejarse, pero Juan logró alcanzar el gorro rojo y lo desprendió de la cabeza del extraño enano, revelando una gran calva. Cuando el gnomo se dio cuenta, corrió de vuelta y dijo a Juan: - Tranquilo Juan, devuélveme mi gorro - ¿Cómo sabes mi nombre?- pregunto Juan sorprendido - Bueno, como ya te enteraste de todo, invítame a entrar a tu habitación, devuélveme mi gorro y te contaré todo- dijo el gnomo con voz gruesa y ronca. -Y siempre supe de tu tonta trampa, jejeje,- dijo - Está bien- respondió Juan intrigado y asustado por todo lo que sucedía. Juan le devolvió el gorro y entraron sin llamar la atención a la habitación. Hablaron largamente durante toda la noche, el gnomo se presentó como Skrítek. Dijo que él era un gnomo del bosque, que ayudaba a los animales y plantas a reponerse de toda clase de males, desde peligrosos hechizos hasta enfermedades causadas por los seres humanos. Insólitamente, Skrítek explicó que tenía en su poder un paquete que era una puerta hacia otro reino, el reino de la tierra, en el cual hacía mucho tiempo los gnomos controlaban todo. La época de gnomos en el poder fue de armonía entre todos los seres de ese reino. Hechiceros y ogros, gigantes y elfos, dragones y animales; todos vivían felices compartiendo los unos con los otros. Sin embargo unos seres malignos tomaron poder del reino y esclavizaron a los gnomos; desterraron a los ogros y pusieron encantos en los dragones para que sirvieran en sus malvados planes. Estos seres eran denominados “Las mouras”, criaturas de apariencia femenina que tenían cuevas a las afueras del reino, en las cuales escondían todas las riquezas usurpadas a los gnomos y donde vivían. Skrítek contó, que los mouras habían logrado encarcelar al hechicero más poderoso de todo NanaAsante (nombre del reino de la tierra). Este hechicero, llamado Melquies, siempre había ayudado a los gnomos a imponer orden, sin embargo las mouras habían robado su bastón mágico, y ahora estaba internado en lo más profundo de una cueva escondida, obligado a crear encantamientos para proteger las riquezas de las mouras. Skrítek contó que escondido y protegido por destacamentos de dragones, trolls, ogros y protecciones mágicas, en las minas de las mouras se escondía Melquies, y en una habitación aparte estaba escondido el poderoso bastón del hechicero, con el cual los gnomos serían capaces de liberar al hechicero y retomar el poder, pero se necesitaba una compleja 89