C(H)ARÁCTER
En el trayecto, Katherine no dejaba de pensar en lo bella que se vería tras la cirugía,
una piel morena preciosa sobre su pálido tono quedaría absolutamente
espectacular, y esos labios rojos y gruesos encajarían perfecto en su cara algo
chupada.
Cuando llegó a la casa de Marcus, notó que era muy poco discreta, era casi tan
llamativa que parecía gritar a los vientos que la mirasen. Al llegar a la entrada
principal de la casa se saludo con Marcus, quien le dio un pequeño recorrido por su
humilde morada.
-Que opinas de mi casa querida, ¿te agrada?
-Es bellísima Marcus, parece toda una mansión; es la casa que toda mujer sueña.
-Bueno, me alegro que te guste. Ahora, dirijámonos a la sala de cirugías para
comenzar.
-De acuerdo-respondió Katherine.
Cuando llegaron a la sala de cirugías, se encontraba el cuerpo de Anne Foster
recostado sobre una camilla.
-He aquí nuestros órganos listos y frescos para ser trasplantados; ¿estás preparada
Katherine?
-Lo estoy-dijo la muchacha con voz segura.
-Entonces iniciemos. Te voy a dormir para que no sientas ningún dolor; cuando
despiertes, te verás bellísima. No te asustes, solo relájate y duérmete.
Cuando Katherine quedó profundamente dormida, Marcus inició el procedimiento de
remplazar la piel con cicatriz por la piel morena de la difunta presentadora. El
proceso no fue muy largo y no se presentaron complicaciones mayores. Terminada
esta parte de la sesión, el doctor prosiguió con el corte de los labios de Katherine
para sustituirlos por los gruesos y jugosos labios de Anne. Concluido el proceso,
Marcus dejó a su paciente reposa un poco.
Después de un par de horas, Katherine se comenzó a despertar.
-Querida, ¿te sientes bien?-le preguntó Marcus.
-Un poco cansada y me duele el labio pero estoy bien.
-Me alegra mucho; ¿deseas ver el resultado final de mi trabajo?
-Por supuesto que si, estoy muy ansiosa por ver mi nueva belleza.
-Pues te presento a la mejorada Katherine-dijo Marcus eufórico.
-Oh, estoy preciosa, es mucho mejor de lo que me imaginaba. Mi brazo quedó
bellísimo, esa mancha marrón contrasta de forma perfecta con mi blanca piel, que
hermoso. Mis labios se ven muy voluminosos en relación con mi rostro, son
absolutamente perfectos; muchas gracias Marcus, y a ti también Anne; espero que
estés orgullosa, tu vida valió toda la pena del mundo.
Tras recuperarse completamente, Katherine le mostró a todas sus amigas lo bella
que había quedado. Dos meses después, el hombre de la pipa era el más famoso
cirujano del pueblo; sus métodos de trabajo fueron reconocidos y premiados. Las
mujeres del pueblo, o al menos las que quedaron tras haber utilizado a tantas otras
para realizar los trasplantes de órganos, se convirtieron en hermosas damas con la
piel manchada y las dimensiones faciales totalmente desproporcionales. El pueblo
se convirtió en un paraíso de mujeres con bellezas exóticas.
11 2