C(H)ARÁCTER
compartieran por un segundo la dicha del amor, el cual estaba en cualquier lugar
del infinito universo, por más lejos que se estuviera
-Pero lamento que deba contarte algo preocupante - Irrumpió la criatura
abruptamente
-Cuéntame - Dijo el humano, de forma capciosa
-El maletín es un peligro no se puede destruir, pues si eso pasara, toda una
galaxia sería destruida y miles de seres morirían, pero eso no es todo el
verdadero problema está en que del maletín, cada día que pase, surgirán nuevas
criaturas y cosas, tal vez buenas, o tal vez malas, terriblemente malas, las cuales
pudieran acabar con tu mundo. Cada una de las criaturas, donde sea donde esté
el maletín, arribará a algún lugar de la línea del Ecuador. Puesto que tú no fuiste
el que abrió el artefacto, sino otro hombre, entonces, mi deber junto a ti, es llevar
el maletín a salvo al Ecuador, donde lo podremos esconder en el templo de la
Cuenca y así, después de sumergirlo en la viscosa sustancia púrpura que
encontraremos, no habrá más problemas. El santuario está escondido de forma
subterránea, solo ahí estará a salvo - Repitió y continuó - y las criaturas de
mi galaxia se detendrán y no ingresarán nunca más a la tuya, así asegurando la
vida de todos los seres, entre estas dos galaxias. Pero ahora, nosotros no
estamos solos en esto. También hay criaturas de mi galaxia, enviadas por el
tirano Arragmed Tercero a tomarse a la fuerza ésta galaxia. Intentarán
asesinarnos a ambos, y aún peor, no podemos contar a nadie de esto, mucho
menos al gobierno de tu país, puesto a que sería segura una guerra inminente
entre ambos bandos, ambas galaxias - Dijo afanada, pero paciente la criatura
-Está bien
el hombre
sólo dime qué hacer. No hay nada qué esperar - Dijo preocupado,
-Perfecto. Ya están empacadas tus maletas, y tu gato está a salvo en la casa de
tu hermano. Yo ya organicé todo, así que manos a la obra. Coge el maletín,
tenemos que partir ahora mismo a Ecuador - Dijo la criatura, de forma elegante
y un poco sarcástica. El hombre quedó aturdido, pero sin embargo obedeció
Los dos individuos salieron de la casa y de repente, al cruzar la puerta, el hombre
se dio cuenta que algo extraño ocurría el clima era ahora distintísimo, y se
encontraba en un campo extraño y verde, se dirigió a la criatura...
-¿Qué es esto?...- Dijo el hombre, entre asustado y preocupado
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