La exploración, la libertad y el aprendizaje hacen que casi cualquier experiencia, sobre todo cuando somos pequeños, sea nueva y divertida. Experiencias que, por cierto, condicionan nuestro comportamiento durante la vida adulta. Lo mismo pasa con los perros.
El juego entre perros ayuda al animal a recibir información de su entorno, de los miembros del grupo, y de sí mismo.
Socializar. La clave para tener un perro maduro.
¿Cómo podemos facilitar que nuestro perro tenga una correcta socialización?
Una buena manera de que nuestro perro aprenda a habituarse a situaciones nuevas de forma correcta es, por ejemplo, llevarle de manera progresiva a lugares con diferentes estímulos, con calma, dándole tiempo para procesar la información y permitiendo, posteriormente, un descanso adecuado que facilite el aprendizaje. También podemos recibir visitas en casa, o incluso ayudarle a conocer a otros animales. Pero… ¡cuidado! No hay que presentarle demasiados estímulos al mismo tiempo o se estresará.
Es importante que las experiencias a las que expongamos al animal sean positivas. Si se muestra agobiado, es mejor darle cierto espacio y libertad, para que, sin obligarle, sea él quien tome la decisión de acercarse al estímulo que le estamos presentando.
Con todo, la paciencia es la clave para ayudar a un perro a que tenga una correcta socialización y a que viva feliz y tranquilo.