aumentando, la contaminación, la congestión
vehicular y la inseguridad
Por otro lado, las edificaciones y de carácter
histórico, no estaban incorporadas a una política sobre la protección de elementos patrimoniales, culturales e identitarios de la ciudad, lo
que las dejó a merced de demoliciones no
controladas o de los deterioros propios del
paso del tiempo y el escaso mantenimiento.
Estas circunstancias lamentables, terminaron
por generar las acciones que llevarían a política
de conservar, mejorar y reconocer la continuidad de esos valores en el sector.
Así pues, con la ampliación del Centro se originó la necesidad de transformaciones físicas del
espacio urbano. Requiriendo una evaluación de
las dinámicas que allí se estaban presentando,
para poder mantenerlas, transformarlas, eliminarlas o revitalizarlas. Proyectando las acciones
a realizar, en el área central de la ciudad, dentro
del Plan de Ordenamiento de la Ciudad de
Bogotá , pactado como carta de navegación
para el mejoramiento de las condiciones de lo
ya construido, propiciando relacionar lo existente con los nuevos desarrollos proyectados
durante 10 años de intervenciones físicas y
normativas.
Plan centro.
Desde 1985 el Banco Central Hipotecario (BCH)
había propuesto un plan de intervención para el
área central de Bogotá, llamado PLAN CENTRO,
que buscaba promover estrategias para la regulación, preservación y fortalecimiento del
centro de la ciudad. Algunos de los objetivos
del plan eran: “recuperar el espacio público,
promover la vivienda en el centro, buscar atraer
las actividades terciarias superiores, mejorar la
accesibilidad y movilidad y mejorar la imagen
del Centro.”
Lastimosamente las estrategias para este plan
Lugar de la experiencia