Central Nuclear Central Nuclear | Page 15

a energía nuclear que aprovechamos proviene de los propios núcleos atómicos, de separar los protones y neutrones que se agolpan en ellos. Al romper los elementos más pesados se producen nuevos núcleos, de otros elementos más ligeros y estables, liberando descomunales cantidades de energía que nada tienen que ver con los métodos de combustión química del resto de centrales fósiles. Esto es lo que se conoce como fisión nuclear.

ste método no debe confundirse con el empleado por el Sol para obtener energía. En las estrellas se combinan los elementos más ligeros para dar también formas más estables. Actualmente no tenemos todavía la tecnología necesaria para hacer este proceso –mucho más limpio y seguro por definición, conocido como fusión nuclear– rentable, pero este es, en última instancia, el origen de todas las formas de energía que consumimos. Un panel solar recoge la energía producida en el núcleo del Sol, cuando esta llega a la tierra en forma de radiación; una central eólica atrapa la energía cinética de las masas de viento, que se calientan gracias al mismo; y una central térmica de carbón, gas o petróleo quema los recursos acumulados hace cientos de millones de años por los organismos vivos de la época.

Actualmente, la mayoría de centrales nucleares utilizan uranio para su funcionamiento y en su mayoría requieren que este se encuentre enriquecido. Es decir, que haya una proporción mayor de uranio-235, más reactivo, de la que se extrae directamente de la tierra. Eso sí, este enriquecimiento es muy inferior al que se hacía en el armamento nuclear, por lo que una explosión del propio combustible como tal sigue sin ser posible.