En El Salvador, la mipyme representa cerca del 99% del sector empresarial del país y aportan alrededor del 35% del Producto Interno Bruto (PIB) (Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa [CONAMYPE], 2015). Por ello, Ley MYPE (CONAMYPE, 2014) busca respaldar iniciativas que contribuyan a superar las deficiencias de las pymes. El concepto de globalización y su objetivo de integración (ICEX España Exportación e Inversiones, 2005) plantea un marco común para los intercambios y nuevas oportunidades para las pymes, pero también retos.
El acceso a mercados exteriores plantea varias alternativas, entre ellas, los acuerdos de cooperación, donde se consideran las licencias y franquicias; ambas bajo el concepto de socios comerciales pero con claras diferencias en los compromisos que implica. Dinámicas como la estrategia integral de fomento de las exportaciones 2010-2014, gestionadas por el Gobierno de El Salvador [GOES] a través del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador [PROESA], representa nuevas oportunidades para el crecimiento de la exportación mediante la cofinanciación, el enfoque prioritario, las agrupaciones empresariales, los gastos reembolsables, entre otros. Estos esfuerzos se unen al de otras instituciones como el Ministerio de Economía [MINEC], CONAMYPE, Fondo de Fomento de Exportaciones/Fondo de Desarrollo Productivo [FOEX/FONDEPRO], entre otros que también apoyan la política económica y de exportación.
Un esfuerzo enfocado corresponde a FOEX/FONDEPRO que define como una actividad prioritaria la generación de franquicias desde la Política Nacional de Fomento, Diversificación y Transformación Producto, en su línea de Desarrollo de mercados. Desde 2002 hasta 2014, se contabilizan 24 iniciativas apoyadas en temas de franquicias, entre Fast Tracks y Proyectos, por un total de cofinanciamiento aprobado de $225,484.11 (FONDEPRO, 2014a).
Introducción
FONDEPRO, además de contar con un proceso definido por etapas y formatos de aplicación, cuenta con una base de firmas consultoras proveedoras que han trabajado en la creación de franquicias salvadoreñas. Estas firmas son: Gallastegui Armella Franquicias, Francorp, Matamoros Consulting, Grupo Americano de Franquicias, y Ricardo Martí Candray Consultoría (FONDEPRO, 2014a), las cuales se pueden considerar el referente principal de la práctica en la formulación de programas de franquicias nacionales y sujetos de estudio de esta investigación.
En cuanto a la definición del mercado de franquicias, se toma como referente el sistema norteamericano por ser el más competitivo del mundo, el número uno en empresas franquiciadoras y el de mayor anterioridad en su legislación (Tormo, 2015a): Federal Regulation Rule, Lanham Act, Franchise Oportunities Handbook y Small Business Administration (González y González, 1994); así también se consideran Brasil y la Unión Europea.
Otro referente de interés para este estudio es Brasil, que en el Censo 2000 Franquicias ejecutado por la Asociación Brasileña de Franquicias [ABF], mostró que el 94% de las redes que operan en este país son de origen nacional (ABF, 2000) siendo un caso de éxito en iniciativas nacionales.
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