Ceatoleí Revista Ceatoleí Nº1 - 2016 | Page 5

undécimo título
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Católica alcanza una vez más el firmamento

C omo toda buena historia fue de menos a más; un comienzo dubitativo, altos y bajos en el desarrollo y un remate increíble. El título que por largos minutos pareció nuevamente escurrirse por entre los dedos, se quedó en San Carlos de Apoquindo y desató la alegría en todos los hinchas cruzados. El 17 de enero a las 19:30 horas en el Estadio San Carlos de Apoquindo sonaba el pitazo inicial que daba por comenzada la carrera hacia el título para Universidad Católica que se enfrentaba a Deportes Iquique. La tarde era templada y el coloso de la UC tenía un buen marco de público que como año a año comenzaban esta nueva travesía con las ilusiones de alcanzar la gloria intactas. Condiciones perfectas para hacer de esa jornada un festival pero el rival puso resistencia. El partido terminó con un empate a dos, donde lo más destacable del equipo fue que los tantos anotados fueron obras de dos refuerzos que serían muy importantes en el torneo; José Pedro Fuenzalida y Nicolás Castillo. Después de un inicio que generó algunas dudas, y claro el equipo todavía estaba en rodaje, vinieron sendos triunfos ante Unión La Calera, Santiago Wanderers, Universidad de Concepción y Unión Española. En cada uno de esos partidos el elenco de la franja marcó cuatro goles demostrando la contundencia ofensiva

Un final infartante ofreció la definición del título en que la UC alzanzó la undécima estrella. Repasa la reciente historia feliz de Los Cruzados.
de la escuadra dirigida por Mario Salas. El primer tropiezo llegó en la visita a Rancagua el 20 de febrero. O’ Higgins había tenido un irregular inicio de año y esperaba ante la UC lavar sus heridas. Católica dominaba el partido y se generaba mayores opciones de gol, pero el“ Capo de Provincia” fue más certero. El encuentro terminó con un cuatro a tres a favor de los locales. Aquel partido fue el inicio de un breve periodo que hizo tambalear a Católica en la lucha por el título. El siguiente duelo fue ante Huachipato donde el equipo cruzado sólo consiguió un empate, seguida de una estrepitosa caída por 3 a 0 ante Colo Colo en el Estadio Monumental. Tras este encuentro la prensa ponía nuevamente como candidato a quedarse con el Clausura al elenco albo pero dentro del plantel de Universidad Católica la fe seguía intacta. Confiaban plenamente en el trabajo que estaban realizando y por más que habían voces externas que ponían en duda la unidad del plantel, los jugadores y cuerpo técnico estaban más juntos y confiados que nunca en que iban a superar este traspié. Con la mente puesta en el objetivo que era el undécimo título en Torneos Nacionales las alegrías volvieron a la UC. Primero fue el triunfo ante Antofagasta por dos a uno, seguido de los tres puntos conseguidos ante Palestino y después la victoria ante Cobresal por la cuenta mínima, anotación que fue obra de Nicolás Castillo que llegaba a su onceava diana con la que se consagraría goleador del campeonato. Esos tres triunfos dieron un nuevo impulso al equipo cruzado que se encontraría con un nuevo tropiezo. En su visita a Arica no fueron capaces de derrotar a San Marcos que como local se hizo fuerte y logró quedarse con la victoria por tres goles a dos pero había que dar rápidamente vuelta la página porque el siguiente encuentro era el“ Clásico Universitario” en San Carlos. Fue una semana intensa de trabajos, el equipo estaba mentalizado en derrotar a su archirrival y seguir en lo más alto del la tabla de posiciones pero como en toda gran historia el suspenso se hizo presente. Por malas condiciones climáticas el partido ante Universidad de Chile debió postergarse una semana y reprogramarse la visita ante San Luis de Quillota. Llegó el 23 de abril, día en que la UC recibió a su más clásico rival, y un esta-