Atractivos turísticos
En su paso en 1862 el sabio Antonio Raimondi también cayó rendido a sus encantos y lo menciona así en “El Perú”, Notas de Viaje: “El pueblo se halla situado en la orilla derecha del río, que en este punto tiene un aspecto muy singular. En efecto, el río a pesar de llevar poco agua se extiende por todo el ancho de la quebrada y viene cayendo como por escalones en el tufo calcáreo, dividiéndose en una infinidad de caprichosos arroyos que vienen haciendo curvas en medio de las eminencias de la roca, que se encuentra revestida de un tapiz verde de musgo y adornada de elevadas matas de gramíneas, presentando a la vista un cuadro encantador”.
Su principal atractivo es su cálida gente y su cultura viva, además aquí solo algunos de sus otros atractivos:
El “Bosque del Amor”, tiene una extensión de 9 Ha. Este impresionante bosque hace la función de una represa natural, la cual permite la formación de la laguna de Papacocha y dispersa
sus aguas para continuar su ruta por el río Cañete, formando lagunas y cascadas de aguas cristalinas y turquesas de una belleza incomparable.
La “Laguna de Papacocha”, cuenta la leyenda que sus aguas se formaron de las lágrimas de una pareja que murió a causa de su amor imposible. Los antiguos habitantes la llamaron así por abundar en su rededor gran cantidad de papas nativas.
El “Puente Centenario”, construido a partir de 1929 y culminado en 1931, bautizado con el nombre de Dominica de Hetra de Vilca, de estilo colonial y que cruza la quebrada de orilla a orilla el río Cañete, construido de cal y con materiales de la zona.
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Puente Centenario