TENDENCIAS
Una característica especial es
que el usuario accede en la pla-
taforma a los negocios que se
encuentran cercanos a su ubi-
cación, lo que busca acelerar el
tiempo y el costo del envío.
CÓMO FUNCIONA
La primera aplicación de deli-
very fue lanzada hace 10 años,
aunque el boom se dio en los
últimos dos. En Resistencia por
ejemplo, una de las firmas más
reconocidas llegó recién hace
menos de un año, sumando cada
vez mayor presencia.
El sistema es simple: el usuario
pide algo a un negocio en la plata-
forma, el comercio recibe la noti-
ficación a través de una cuponera
que emite tickets con el detalle de
lo que se solicitó y el repartidor
recibe en su celular la informa-
ción de dónde debe recoger el pe-
dido y dónde entregarlo. El costo
del envío corre por cuenta del
cliente, que además tiene el plus
de poder seguir en vivo la ubica-
ción de este, teniendo informa-
ción certera del tiempo de espera.
Cabe destacar que hay dos cosas
a tener en cuenta en este nue-
vo modelo y que no son temas
menores: primero es que es ma-
yormente valorado y utilizado
por los jóvenes (centennials y
millennials), por lo que los es-
fuerzos comunicacionales deben
estar dirigidos allí. Por otro lado,
y no menos importante, es que la
legislación se encuentra aún con
importantes falencias, generan-
do controversias relacionadas
sobre todo a las condiciones en
las que trabajan los repartidores.
ADAPTACIONES
Esta nueva manera de consumir y
de acceder a lo que consumimos,
tiene sus repercusiones en otros
rubros relacionados también al
comercio. Un claro ejemplo son los
cambios que debieron enfrentarse
en la manera de hacer publicidad.
La utilización de nuevos canales,
principalmente el celular, deriva-
ron en modificaciones del tipo y
soporte de publicidad aplicada.
El celular y la PC le quitaron el
lugar de privilegio a la llamada
telefónica, ya que lo que antes
se pedía con una llamada, aho-
ra se hace de manera virtual. En
ese universo conviven usuarios y
vendedores, ya sin necesidad de
dialogar directamente.
En esta movida, también los ru-
bros más tradicionales deben
adaptarse, comenzar a pensar
en sumar la posibilidad de que
sus clientes compren online y
reciban el paquete en sus casas
en poco tiempo, aunque vivan
en la misma ciudad y a pocas
cuadras. La comodidad tiene
un costo que los compradores
están dispuestos a pagar, opor-
tunidad que no hay que desa-
provechar.
En este sentido, los que saben
insisten en la necesidad de gene-
rar nuevas y adecuadas alianzas,
por ejemplo con las empresas
que se dedican al e-commerce
y al marketing digital, quienes
sabrán acompañar, asistir y or-
ganizar este proceso de cambio
que ya estamos viviendo.
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