TO SERÁS EN LA CIUDAD Y MALDITO SERÁS EN
EL CAMPO. MALDITA SERÁ TU CANASTA Y TU
BATEA DE AMASAR. MALDITO SERÁ EL FRUTO
DE TU VIENTRE Y EL PRODUCTO DE TU SUELO,
EL BECERRO DE TU MANADA Y EL CORDERO DE
TU REBAÑO. Maldito serás en tus entradas y
maldito serás en tus salidas. Yahweh desatará
contra ti calamidad, pánico, y frustración en
todas las empresas que inicies, de modo que
serás exterminado por completo a causa de tus
malas obras al abandonarme (...) AUNQUE LLE-
VES MUCHA SEMILLA AL CAMPO, RECOGERÁS
POCO, porque la langosta lo consumirá. AUN-
QUE PLANTES VIÑAS Y LAS CULTIVES, NO
TENDRÁS VINO PARA BEBER NI GUARDAR, por-
que el gusano las devorará. AUNQUE TENGAS
OLIVOS POR TODO TU TERRITORIO, NO
TENDRÁS ACEITE PARA UNCIÓN, porque tus oli-
vas se caerán. Aunque engendres hijos e hijas,
no se quedarán contigo, porque irán en cauti-
verio. EL GRILLO SE APODERARÁ DE TODOS LOS
ÁRBOLES Y PRODUCTOS DE TU TIERRA... Deva-
rim/Deuteronomio 28:15-20,38-42
Además de todas estas cosas (hambre), serían heridos
con peste y espada (enemigos), y serían esclavizados
en vez de ser libres:
Yahweh desatará contra ti calamidad, pánico,
y frustración en todas las empresas que inicies,
de modo que serás exterminado por completo a
causa de tus malas obras al abandonarme.
Yahweh hará que se te pegue la plaga, hasta
que haya acabado contigo en la tierra en la que
estás entrando para poseerla. Yahweh te
herirá con tuberculosis, fiebre e inflamación,
con calentura y sequía, con frustración y en-
mohecimiento; estos te perseguirán hasta que
perezcas...
Yahweh te hará huir delante de tus enemigos;
marcharás contra ellos por un solo camino, pe-
ro huirás de ellos por siete caminos; y vendrás
a ser objeto de maltrato en todos los reinos de
la tierra...
Yahweh te herirá con la inflamación de Mitsrá-
yim, con hemorroides, ampollas, y picazón, de
las cuales nunca te recobrarás. Yahweh te
herirá con locura, ceguera y desánimo. Andarás
a tientas al medio día como anda a tientas un
ciego en la oscuridad; no prosperarás en lo que
emprendas; te verás constantemente oprimido
y explotado, sin nadie que te ayude...
Tus hijos e hijas serán entregados a otro pue-
blo, mientras lo presencias, y tus ojos se can-
sarán de esperarlos, pero no podrás hacer na-
da. Un pueblo que no conoces se comerá el
producto de tu suelo y todo tu grano; te verás
oprimido y maltratado continuamente, hasta
que te vuelvas loco por lo que ven tus ojos.
Yahweh te afligirá en las rodillas y los muslos
con una severa inflamación, de la que nunca te
recobrarás –desde la planta de tu pie hasta la
coronilla de tu cabeza. Yahweh te dirigirá, con
tu rey que has puesto sobre ti, a una nación
desconocida para ti y para tus padres, donde
servirás a otras deidades, de madera y piedra.
9
Serás el asombro, el refrán, y la burla entre
todos los pueblos a los que te lleve Yahweh...
El extranjero en tu medio se alzará sobre ti
cada vez más alto, mientras tú te hundes cada
vez más bajo: él será tu acreedor, pero tú no
serás su acreedor; él será la cabeza y tú la co-
la. Todas estas maldiciones te caerán, te se-
guirán y te alcanzarán, hasta que quedes eli-
minado, porque no le hiciste caso a Yahweh ni
guardaste los mandamientos y las leyes que te
ordenó. Ellas servirán como señales y pruebas
contra ti y tu linaje para siempre. Porque no
quisiste servir a Yahweh tu Elohim con gozo y
alegría por la abundancia de todo, tendrás que
servir –con hambre y sed, desnudo y careciendo
de todo– a los enemigos que Yahweh soltará
contra ti. Él pondrá un yugo de hierro sobre tu
cuello hasta que te haya eliminado. Yahweh
traerá contra ti una nación de lejos, del fin de
la tierra, la cual se abalanzará como el águila –
una nación cuyo idioma no entiendes, una na-
ción fiera que no le mostrará consideración al
viejo ni misericordia al joven. Devorará la pro-
le de tu ganado y el producto de tu suelo, has-
ta que quedes eliminado, no te dejará nada de
grano, de vino nuevo, ni de aceite, de becerros
de tus manadas ni de corderos de tus rebaños,
hasta que te haya llevado a la ruina. Te ence-
rrará en todos tus poblados por toda tu tierra
hasta que haya caído toda muralla fortificada y
alta en que confías. Y cuando estés encerrado
en todos tus poblados por toda tu tierra que
Yahweh tu Elohim te haya asignado, comerás
tu propio fruto, la carne de tus hijos e hijas
que Yahweh tu Elohim te ha asignado, a causa
de la desesperada estrechez a la que te redu-
cirá tu enemigo...
Yahweh te infligirá plagas extraordinarias a ti
y a tu linaje, plagas extrañas y duraderas, en-
fermedades malignas y crónicas. Volverá a tra-
er sobre ti todas las dolencias de Mitsráyim
que tanto temías, y se te pegarán. Además,
Yahweh traerá sobre ti todas las otras enfer-
medades y plagas que no se mencionan en este
libro de la Torah, hasta que quedes eliminado.
Les quedarán escasamente unos pocos, después
de haber sido tan numerosos como las estrellas
en el cielo, porque no hicieron caso al mandato
de Yahweh tu Elohim. Y así como se deleitó
una vez Yahweh en hacerlos prósperos y nume-
rosos, así se deleitará ahora Yahweh en hacer
que perezcan y en eliminarlos; ustedes serán
arrancados de la tierra en la que están a punto
de entrar y poseer. Yahweh los esparcirá entre
todos los pueblos desde un extremo de la tie-
rra hasta el otro, y allá les servirán a otras
deidades, de madera y de piedra, las que ni us-
tedes ni sus ancestros han experimentado...
YAHWEH TE ENVIARÁ DE NUEVO A MITSRÁYIM
EN GALERAS, POR UNA RUTA QUE TE DIJE QUE
NO DEBÍAS VOLVER A VER. ALLÁ SE OFRECERÁN
USTEDES EN VENTA A SUS ENEMIGOS COMO ES-
CLAVOS Y ESCLAVAS, PERO NADIE LOS COM-
PRARÁ.
Devarim/Deuteronomio 28:20-22,25,27-29,32-
37,43-53,59-64,68