Habilidades operativas 136 Habilidades en las que intervienen la motricidad y la manipulación de instrumentos
Ejemplos Métodos de enseñanza
la afectividad y el intercambio con otros. Enseñar una habilidad implica habilitar para la acción, desarrollando capacidades prácticas técnicas, sociales, interactivas y de conocimientos.
Muchas de las destrezas y habilidades necesarias para la acción se aprenden en la vida diaria, por ejercitación espontánea { ensayo y error asisfemético) o por imitación de lo que hacen otros. Pero muchas otras habilidades requieren de la intervención de la enseñanza metódica. Sin pretender construir una clasificación o tipología fija, la variedad de habilidades incluye:
Habilidades en el manejo y el uso de informaciones
Habilidades expresivas y comunicativas
Habilidades para actuar operativamente en situaciones determinadas
Destrezas corporales y motrices( percepción, a uto-percepción, movimiento V tiempos). Manejo de instrumentos y utilización racional( aparatos, equipamientos). Uso de diccionarios, de códigos y abreviaturas, elaboración y utilización de ficheros, manejo de datos 6 índices, manejo de informaciones estadísticas o de resultados de diagnósticos. Manejo de instrumentos informáticos y recursos de información. Orales, de producción escrita o gráfica. Uso de recursos discursivos o retóricos para defender o sostener puntos de vista o posiciones. Escuchar y negociar con el otro. Toma de decisión en ambientes sociales e institucionales determinados, en emergencias o conflictos. Trabajaren equipo.
Sin embargo, estas enseñanzas no aparecen tan explícitamente valoradas como otras, en buena parte de las prácticas
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educativas ni en su presencia en la bibliografía especializada. En las prácticas de enseñanza, la alta valoración de la transmisión de contenidos académicos o científicos( requeridos por los planes de estudios) tiende a descuidar la transmisión metódica de habilidades de acción operativas. El ejercicio de estas habilidades( necesarias) suele ser exigido por los profesores de manera implícita, como si los estudiantes tuviesen que aprenderlas en algún otro lugar. En consecuencia, estas " lagunas " en la transmisión metódica de habilidades acaban reforzando las desigualdades sociales ligadas al origen y la herencia cultural de los alumnos. En otros términos, se requiere considerar que muchos alumnos no cuentan ni han contado con oportunidades sociales para el aprendizaje de muchas de estas habilidades.
En otras situaciones, las prácticas de la enseñanza se preocupan por la transmisión metódica de habilidades, pero muchas veces lo realizan como una forma de adiestramiento mecánico, como si en ellas no interviniese el conocimiento, el análisis y las reflexiones, y mucho menos, la afectividad.
Estas tendencias en las prácticas han sido reforzadas o acompañadas por los discursos pedagógicos especializados. La enseñanza de estas habilidades ha sido generalmente desvalorizada en buena parte de la literatura, vista sólo como un problema de adiestramiento o fruto de la enseñanza orientada a la instrucción, necesaria de " erradicar ". Una de las razones de la baja atención que se ha dado a los métodos dirigidos a la transmisión metódica de habilidades operativas y para la acción práctica puede encontrarse en el debate y las antinomias teóricas entre las corrientes psicológicas cognitivistas y conduc-tistas, desarrolladas con énfasis desde mediados del siglo xx.
Las corrientes enroladas en el cognitivismo se centraron en el desarrollo intelectual y la construcción conceptual, en el aprendizaje científico y por descubrimiento, con baja presencia de la instrucción por parte del docente. En el otro polo, las corrientes conductuales, particularmente las conductistas, se basaron en el adiestramiento de las conductas, con alta presencia del control y el refuerzo. La oposición y el debate acabaron por polarizar la comprensión de la complejidad de