Catalanadas Magazine Nº 42 Semana 40 Septiembre 2014 | Page 7

CATALANADAS POWER Así se inventó Jordi Pujol una historia alternativa y «victimista» de Cataluña DOMINGO WEB NOTICIAS TRASNOCHADAS Sociedad civil: Una imagen en defensa de la Cataluña real DOMINGO WEB «A pesar de la tendencia de los historiadores nacionalistas catalanes de retorcer la naturaleza "catalana-aragonesa" de la Corona de Aragón, nunca ha existido nada, en la historia medieval, y mucho menos en los tiempos modernos que pudiera considerarse ni de lejos un embrión del Estado catalán, excepto en las imaginaciones más románticas y soñadoras», explica en uno de sus trabajos el historiador Enric Ucelay-Da Cal. Una tradición historiográfica que Jordi Pujol retornó en los años ochenta del siglo pasado para componer un relato alternativo y «victimista» de Cataluña. Como recuerda Henry Kamen en su último libro «España y Cataluña: historia de una pasión», la Generalitat se ha basado en la idea de que la historiografía de España está controlada y dictada desde Madrid para recurrir a periodistas y otras figuras no académicas que desarrollen un relato alternativo. Toda la historia moderna de Cataluña está sujeta a las normas impuestas desde la Generalitat, sin que exista un precedente igual en ninguna otra región de España, lo cual queda retratado en que los hombres responsables de dirigir los aspectos históricos del «Tricentenari de 1714» fueran periodistas afines al gobierno de Mas y no historiadores... El «no» a la secesión de Cataluña es un clamor silencioso que empieza a hacer oír su voz con decisión no sólo desde la tribuna política. Porque, lejos de tratarse de una batalla de oradores de uno y otro signo, el rechazo que provocan el desafío independentista y la fecha marcada en rojo en el calendario del próximo noviembre –el manido 9-N– abarca a amplios sectores de la sociedad catalana. Hombres y mujeres que quieren a su tierra pero que están decididos a seguir vinculados a la España que también aman. En libertad y sin coacciones. Un puñado de ellos –precisamente nueve– simbolizan en la fotografía que acompaña a estas líneas a esa sociedad catalana que también quiere ser escuchada. Que reniega de esa imagen de una Cataluña en la que una supuesta mayoría quiere formar parte de un Estado independiente. Es lo q Ք