La república islámica de Cataluña
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Cataluña seguirá marcando a los terminales aunque no guste a los médicos
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Arturo Mas ha decidido introducir en los colegios catalanes la enseñanza del islam y
el árabe. Y ha ofrecido al reino de Marruecos que sean sus autoridades quienes se hagan
cargo de ella. También ha ofrecido a la comunidad musulmana la construcción de una
gran mezquita, quizá donde hoy se levanta la Monumental de Barcelona. La oferta no está
dirigida a ningún país concreto, pero alguna vez Arabia Saudí y Qatar han mostrado interés en financiar un proyecto así. Se ha interpretado que lo que quiere Mas es atraerse
a la población musulmana para que vote "sí-sí" en la consulta del 9 de noviembre.
Además, la idea de enseñar árabe en horario lectivo se supone que demuestra el deseo
de insultar a quienes quieren enseñanza en castellano. Es probable. Pero, no creo que sean esos sus fines principales.
Si recuerdan, al poco de conocerse la noticia de que Marruecos enseñaría el islam
en los colegios catalanes, saltó como una pantera el presidente de la Comisión Islámica
Española y dijo algo muy sensato, que no puede dejarse ningún aspecto de la enseñanza
en manos de una potencia extranjera. Y ahí es donde está la clave de las dos propuestas
de Mas. Si se tratara de atraer a los musulmanes a la órbita independentista no tendría
por qué haber hecho ninguna oferta a Marruecos y podría haberse limitado a firmar un
convenio con la mencionada comisión. O si sólo tuviera la intención de insultar a quienes
desean enseñanza en castellano, podría haber contratado directamente profesores de
árabe...
La consejería catalana de Salud no retirará la polémica pregunta: «¿Le sorprendería
que este paciente falleciera en los próximos 12 meses?» del plan dirigido a los médicos
de los centros de salud para clasificar a los pacientes terminales. Tal y como denunció
ABC, la polémica pregunta aparece en la pantalla del ordenador de los facultativos al consultar la historia clínica de los pacientes y se les pide que marquen la casilla del «sí» o del
«no». La respuesta afirmativa puede condicionar «el tratamiento que recibirá el paciente
a partir de aquel momento», según habían denunciado médicos de atención primaria.
Los responsables del Programa de Prevención y Atención a la Cronicidad (PPAC)
negaron ayer en declaraciones a los medios que el plan de marcaje de estos pacientes,
que solo aplica Cataluña, «estigmatice» a estos enfermos y subrayaron que el objetivo de
la clasificación no es «ahorrar», aunque «las acciones que prevé puedan suponer un ahorro». Precisaron que el objetivo final del cambio de atención a estos pacientes con pronóstico de vida limitado es «conocer con anticipación qué personas requieren cuidados paliativos para mejorar su atención».
La Generalitat respondía así, tras cinco días de silencio, a la información publicada
por este diario en la que se daba cuenta de la polémica generada por el programa, y en
concreto por la citada pregunta, duramente criticada por
numerosos profesionales y el sindicato Médicos de Cataluña (MC), mayoritario en el sector. «Nuestra intención es
aplicar un modelo más acorde con las necesidades asistenciales de estas personas. Ofrecer una atención más
personalizada», precisó el director general de Planificación
e Investigación en Salud, Carles Constante. Reconoció, no
obstante, que no hay ningún protocolo médico en España
que incluya una pregunta que responda a una cuestión tan subjetiva...