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MARTES
Oriol Amorós es el candidato de ERC
a la alcaldía de Barcelona. Empezó repartiendo pizzas, pero descubrió que de la política nacionalista se podía vivir. Ahora dice que
su objetivo en la vida -además de liberarnos
del tirano yugo “español”- es “convertir Barcelona en la ciutat amb més justícia social
del món”. Quizás por eso le da por irse a la
mezquita de Olot a predicar la independencia a los musulmanes de la zona. En la reunión se prohibió la entrada a mujeres...
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Un líder de ERC predica la independencia en una
mezquita que prohíbe la entrada a mujeres
El uso del idioma castellano sigue
prohibido en Cataluña
MIÉRCOLES
Ya hace tiempo que advertimos que el idioma castellano, lengua común de todos
los españoles, incluidos los catalanes, ha sufrido en Cataluña su eliminación radical desde
hace unos treinta años. Este triste y sistemático genocidio cultural se está llevando a
cabo en toda la sociedad catalana, soportándolo principalmente los castellano-parlantes,
por la aplicación de una dictadura silenciosa, incluso con sanción y multa al infractor. Yo
lo sufrí en Girona, en el ámbito de la enseñanza. Defendí el bilingüismo de cataláncastellano para nuestros cinco hijos, cuando cursaban la Educación Básica y el Bachillerato.
Corría el año 1978. Defendíamos nuestro derecho constitucional. «Y en castellano
también» figuraba en un texto escrito en azul sobre una pegatina redonda y blanca, con la
intención que limpiamente pregonaba. Era el aviso evidente de que se estaba sofocando a
la expresión sonora y clara castellana. Se pretendía acallarla porque la pegatina se había
ido fijando en fachadas del centro de Gerona, próximas a los Centros de Enseñanza. Poco
después, manos ocultas cubrían los inofensivos y audaces avisos en castellano, con un
correctivo «en catalá y prou», eslogan de inconfundible sentido dictatorial.
Acogíamos el catalán como lengua entrañable de muchos familiares y amigos, y ya
algo nuestra, pero no aceptábamos que se arrancara la lengua materna de la entraña de
nuestros hijos.
Esto empezó en cuanto el Estado Español transfirió la Enseñanza Pública a la Generalitat de Cataluña. Primero, de forma solapada. Luego, de forma apremiante y coactiva. Hoy se ejercita descaradamente el genocidio cultural, que está a la vista de todos.
También de los responsables y fuerzas vivas del pueblo español: políticos, gobernantes,
instituciones y medios de comunicación, que han mirado para otro lado, con alguna honrosa excepción...