La visibilidad de la violencia intrafamiliar y el reconocimiento de aquella como problema social, generaron el interés de algunos investigadores en el área de la salud. Leonor Walker, psicóloga estadounidense logró identificar patrones concordantes en el proceso de maltrato, de esta manera, formula un modelo cíclico de la violencia, que explica la producción, las implicaciones y los factores que logran el mantenimiento de la violencia de pareja (García, 2005).
Durante la fase uno, se presentan constantes agresiones menores que generan un ambiente de tensión y el aumento de la frecuencia en los conflictos de la pareja. Generalmente en la mujer se producen sentimientos de temor e inseguridad, además de percibir que tiene el control sobre las agresiones, es decir tiende a minimizar las expresiones de violencia complaciendo las demandas del agresor.