La atención va a ser el primer requisito para aprovechar las horas de clase o de estudio.
Este ámbito es probablemente uno de los más claros y familiares cuando se trata de dar
una definición de atención, ya que estamos acostumbrados a escuchar que ""hay que
atender en clase"". Naturalmente, necesitamos estar despejados para entender aquello
que leemos o escuchamos, y así evitar leer una y otra vez la misma línea sin enterarnos
de su contenido. Tiene especial importancia la atención sostenida durante las clases o el
estudio, ya que a veces resulta monótono procesar tantos datos durante tantas horas y
terminamos distrayéndonos. Esto deriva en pérdida de tiempo e información, con
consecuencias negativas en el rendimiento académico. No obstante, todos los tipos de
atención son relevantes en estos contextos
La atención también es indispensable para cualquier trabajo. Desde aquellos trabajos de
oficina en los que necesitamos leer y rellenar documentos, pasando por los
controladores aéreos, deportistas, cajeros, transportistas, médicos, barrenderos, hasta
grandes ejecutivos. Todas las profesiones van a requerir de varios o todos los tipos de
atención.
En nuestro día a día también empleamos constantemente la atención. Desde que nos
levantamos hasta que volvemos a dormirnos, nos valemos de los diferentes tipos de
atención para ser eficaces. La falta de atención puede llevarnos a que confundamos y
tiremos la cuchara a la basura y el envase del yogur al fregadero. Para evitar esto, para
leer un libro, ver una película, hacer la comida, asearnos o quedar con nuestros amigos,
necesitamos la atención.
El TDAH, La Inatención Y Otros Trastornos
Asociados A Problemas En La Atención
La atención es necesaria para el funcionamiento del resto de nuestras capacidades cognitivas y, por tanto, una alteración de la
atención puede dificultar muchas de las actividades que realizamos a diario. No obstante, hay que tener en cuenta que nuestro
grado de atención puede variar a lo largo del día o bajo ciertas circunstancias sin que esto implique patología alguna: con el sueño,
la fatiga, las altas temperaturas, el consumo de sustancias o drogas, etc. Los estados de atención excesiva (típicos de los estados
delirantes) son conocidos como hiperprosexia. La situación opuesta es conocida como hipoprosexia o inatención. Cuando la
incapacidad para prestar atención es extremadamente alta (como en el coma), puede llegar a darse la aprosexia, que sería la
incapacidad para prestar atención, siendo prácticamente imposible atender o reaccionar a cualquier estímulo.
El trastorno más conocido de la atención es, probablemente, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) o sin
hiperactividad (TDA). Este trastorno conlleva una dificultad para dirigir y controlar la atención, así como la conducta en general.
Se ha descubierto que el cerebro de las personas con TDAH muestra una serie de diferencias anatómicas en el núcleo
accumbens, en el núcleo caudado, en el putamen, en la amígdala, en el hipocampo, en áreas prefrontales y en el tálamo. Estos
síntomas y estas diferencias neuroanatómicas pueden ser consecuencia de una maduración tardía del cerebro.
Además del TDAH, existen diversos tipos de trastornos característicos de la alteración de los diferentes tipos de atención. Los
estados de alteración del nivel de consciencia, como el estado de coma (o aprosexia), el estado vegetativo y el estado de mínima
conciencia, cursan con una alteración en el nivel de alerta (arousal), o de atención focalizada y subprocesos atencionales más
complejos. Estos trastornos son provocados principalmente como consecuencia de un daño cerebral, ya sea un ictus o un
Traumatismo Craneoencefálico (TCE). Tras un daño cerebral, también pueden aparecer trastornos de atención en general (con
una distractibilidad y fatigabilidad excesivas), o algunos más específicos como la heminegligencia (incapacidad para atender al
lado contralateral de la lesión cerebral). Además, pueden darse alteraciones de la atención en patologías como la esquizofrenia,
la dislexia, las demencias como la Enfermedad de Alzheimer. Por el contrario, en los trastornos de ansiedad, como el TOC
(Trastorno Obsesivo-Compulsivo), o en trastornos depresivos se da un aumento de la atención, pero hacia los estímulos
ansiógenos o negativos, descuidando el resto.
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PENSAMIENTOS
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Universidad Cooperativa
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