Tal como dije en mi anterior reflexión, hay una enseñanza fundamental sobre la dignidad humana en la esclavitud física, ahora me gustaría reflexionar dentro de mi perfil personal sobre como estos principios se deben aplicar con la misma entereza una vez las circunstancias de necesidad han sido superadas.
Cuando las condiciones lo acompañan es mucho más fácil convertirse en esclavo del reloj, una vez escapada la cárcel externa, la necesidad, es fácil caer en los límites y trampas internas. Es sencillo un día despertarse y darse cuenta de que ganar dinero para sostener un vida vacía es el único objetivo existente en nuestra realidad, que hemos perdido nuestra dignidad sin necesidad de ser forzados a ello.
Hemos sido educados con un ideal radicalmente competitivo y puramente capitalista, en el que se nos hace elegir entre nuestro bienestar, nuestra moral y nuestras relaciones sociales o el éxito laboral. Esta realidad era expresada por Ferdinand Tonnies en “Community and Society”, el anunciaba que este proceso de alienación laboral nos divide en dos partes, la humana y social(Gemeinschaft), contra la burocrática, la que queda cuando el trabajo es vaciado de toda cualidad humana y socia(Gesellschaft).
Es por ello que me deseo mantener íntegramente humano, pues siguen habiendo obstáculos para nuestra verdadera dignidad y realizaciones, menos obvios que aquellos sobrepasados por nuestros antepasados pero igual de cruciales. Ese en esencia soy yo, alguien que se esfuerza para que valga la pena cada segundo de mi vida, cada respiro. Alguien tremendamente afortunado de ser el fruto de una familia que creyó más en su talante que en ningún destino prefijado, dichoso de tener una vida llena de propósito, satisfecho por tener mucha más salud de la que nunca he tenido, amigos que me cuidan y una novia a la que amo con devoción, afortunado de ser afortunado sin creer en la fortuna.
SEGUNDA REFLEXIÓN PERFIL PERSONAL