LA GRAN FINAL
Estamos probablemente ante la mejor presentación de coros de este concurso, ritmo marcial, en forma marcha militar, in crescendo, donde la percusión y el viento-metal, junto al acordeón, le dan el toque justo para tener una primera pieza muy al tipo. La interpretación, como siempre, sin un pero, con fuerza y gran afinación. Además la letra no tiene desperdicio: "ya está bien de cantar con letra hipócrita a La Caleta en baja mar", con la que está cayendo.
Cuplés, el primero al espionaje de Obama a los diferentes países. En España, Rajoy sospecha que también los espían, pero con lo mal que pronuncia ningún espía entiende nada. Simpático, sin más. Vuelven a recurrir a la imitación del protagonista del cuplé como en los pases anteriores. En el estribillo, se llevan a los gobernantes al mataero, muy animado musicalmente. El segundo cuplé, a Belén Esteban y su libro, ha pedido cuadernos de dos rayas para que no le falten. Mucho mejor. Derrochan fuerza en el estribillo, lo que hace conectar mucho con el público.
Cambia de nuevo la disposición para interpretar el popurrí, donde suena el contrabajo. Se acabó votar al mentiroso, y hartos se transforman en militares para ganar la batalla. Bonitas melodías, amenizadas con acordeón o cajón flamenco, para letras reivindicativas y muy gaditanas. Ayudarían al pensionista, al parado, quitarían dietas y lujos a diputados, no saldrían etarras y asesinos de la cárcel antes de tiempo,... Piden perdón por ser tan críticos pero es que revientan por dentro si se callan. Vuelve a sonar la música militar, con la percusión y el metal como protagonista, in crescendo de nuevo, derrochando fuerza. Gritos de "esto si que es un peaso coro" para despedirlos.