Caracterización y análisis de personajes en el cine. | Page 4

Cualquier película, nos muestra un mundo, en el que el espectador, al verla, se introduce, y siente como el director o los actores quieren que se sienta. Nos introducimos en un mundo de ideas y emociones, que también se consigue a través de esa caracterización, pues no es lo mismo ver a un personaje de terror, con los ojos inyectados en sangre y heridas abiertas por todo el rostro o cuerpo, que ver a un actor sin ningún tipo de maquillaje ni vestuario, intentando dar miedo. En ejemplos como este, es donde vemos la importancia de la caracterización y el maquillaje en el cine. Y toda caracterización, va ligada a un personaje, a un actor que lo interpreta y que realiza esa escena que nos hará sentir esa emoción. Como dice Alberto Millares: 1
El arte de interpretar exige tres requisitos:
• El genio para transformarse.
• El talento para mostrar esa transformación.
• La inspiración para hacer ambas cosas en condiciones de espacio y tiempo dados.
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Cualquier película, nos muestra un mundo, en el que el espectador, al verla, se introduce, y siente como el director o los actores quieren que se sienta. Nos introducimos en un mundo de ideas y emociones, que también se consigue a través de esa caracterización, pues no es lo mismo ver a un personaje de terror, con los ojos inyectados en sangre y heridas abiertas por todo el rostro o cuerpo, que ver a un actor sin ningún tipo de maquillaje ni vestuario, intentando dar miedo. En ejemplos como este, es donde vemos la importancia de la caracterización y el maquillaje en el cine. Y toda caracterización, va ligada a un personaje, a un actor que lo interpreta y que realiza esa escena que nos hará sentir esa emoción. Como dice Alberto Millares: 1

El arte de interpretar exige tres requisitos:
• El genio para transformarse.
• El talento para mostrar esa transformación.
• La inspiración para hacer ambas cosas en condiciones de espacio y tiempo dados.
1. MILLARES, Alberto.“ La dirección de los actores de cine” Ed. Catedra. Madrid, 2000.( Pág. 9)

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