Canfield Jack - Chocolate Caliente Para El Alma Jun. 2016 | 页面 121
Los compañeros de Mark empezaron a reunirse
alrededor de nosotros. Chuck sonrió tímidamente y
dijo:
-Yo todavía tengo mi lista. Está en el cajón de arriba
de mi escritorio, en casa.
-John me pidió que la pusiera en nuestro álbum de
casamiento –comentó su mujer.
-Yo también tengo la mía –dijo Marilyn-. Está en mi
diario.
Entonces Vicki, otra compañera de clase, buscó en su
agenda y mostró su lista gastada y resquebrajada al
grupo. –La llevo conmigo todo el tiempo –dijo Vicki
sin pestañear-. Creo que todos guardamos nuestras
listas.
Fue entonces cuando finalmente me senté y lloré.
Lloré por Mark y por todos sus amigos que nunca
volverían a verlo.
Helen P. Mrosla
Eres una maravilla
Cada segundo que vivimos es un momento nuevo y
único del universo, un momento que nunca volverá...
¿Y qué les enseñamos a nuestros hijos? Les enseñamos
que dos más dos es cuatro y que París es la capital de
Francia.
¿Cuándo vamos a enseñarles también lo que son?