CANDÁS MARINERO REVISTA NUMERO 47 CANDÁS MARINERO | Page 6

El modus operandi para la realización del Censo de Floridablanca, como ya se dijo, no nos permite aislar la parroquia en sí, que, a lo largo de todo el Setecientos, aparecía subdividida en villa y arrabal5. Así, hemos recurrido al Censo de Aranda para calcular las Tasas Brutas de Natalidad, Nupcialidad y Mortalidad y otros indicadores como los índices de masculinidad y al Catastro de Ensenada para observar los porcentajes de vecinos solitarios al no distinguir el de Aranda entre viudos y solteros. Se suele aceptar que la mortalidad en áreas urbanas es superior que en las zonas rurales así como que la natalidad y la nupcialidad son más bajas debi- do sobre todo, a la movilidad demográfica que las ciudades proporcionaban (Pérez Moreda y Reher 1997, 145- 147). En nuestro concejo, la Tasa Bruta de Natalidad en 1769 era del 34,1 x 1000 siendo, en la villa, de un 36,3 x 1000. Estas diferencias se aprecian también en la zona marítima occidental donde, en el concejo de Valdés, la tasa de natalidad en la villa y capital, Luarca, era por esas mismas fechas de un 33,8 x 1000, mientras que la tasa general para el munici- pio era de un 31,9 x 1000 (Fernández Ochoa1995, 91). Tasa Bruta de Nupcialidad hallada de modo general para 1769 es de 7 x 1000, mientras la hallada para Candás es en exceso inferior, concretamente del 6,4 x 1000, si la comparamos con tras zonas de la costa cantábrica. Esta situación se debe, además de a las “fluctua- ciones” que a la hora de contraer matrimonio se efectuaban – casándose los contrayentes incluso en parroquias distintas a la que luego fijarían su resi- dencia – al factor migratorio y a las posibilidades laborales que la villa facilitaba a los vecinos y veci- nas solitarios, posibilidades estas que, obviamente incidían en el mercado matrimonial. Tabla 2. Tasas Brutas De nupcialidad 5 Este dato lo hemos podido comprobar tra