INDIANAPOLIS
2002
Sesenta y dos partidos a celebrar entre dieciséis selecciones, encuadradas en
cuatro grupos, componían el primer Mundobasket de la historia a celebrarse en
territorio estadounidense. Grecia, Italia, Lituania, Australia, Nigeria, Japón,
Senegal, Corea…
Hasta ocho equipos se caían respecto a la edición anterior, si bien en cuanto a favoritos tampoco
es que se presentasen excesivas novedades: por un lado, el anfitrión, que a pesar de las bajas,
bien por lesión (Kidd, Allen…) o por falta de interés (O'Neal el grande, Bryant, McGrady, Garnett…),
encaraba el torneo con las mayores expectativas posibles para recuperar el oro que, cierre
patronal de la NBA mediante, había perdido en Atenas'98.
Precisamente, tres de los otrora campeones (Bodiroga, Tomasevic y Drobnjak) repetían
participación con el combinado yugoslavo, el otro gran candidato previo al triunfo final, también
dotado de población NBA (Divac, Stojakovic, Radmanovic, el citado Drobnjak…) y con diez de sus
doce hombres por encima de los dos metros de estatura.
En cuanto al sistema de competición, la primera fase (tres partidos) eliminaría a un solo conjunto
por grupo, destinados éstos a partir de entonces a competir, en cruces directos, por los puestos de
la honrilla (del 13 al 16); el resto volvía a agruparse (los tres primeros del A y del B, en el grupo E; y
los tres primeros del C y del D, en el F) en otra ronda (tres compromisos), contabilizándose los
encuentros acaecidos entre ellos desde el inicio del torneo. Posteriormente, tocaban los cuartos de
final, con los habituales cruces en aspa, las semifinales y las finales. En resumen, nueve partidos
en once días, eso sí, con la ventaja de disputarse todos ellos en un reducido espacio, ya que las dos
sedes se encontraban separadas, tanto entre sí como respecto a los principales hoteles (20.000
plazas en toda la ciudad), por un paseo de no más de diez minutos. Hablamos del Conseco
Fieldhouse (hogar de los Indiana Pacers y Fever, con capacidad para 18.345 espectadores) y del
RCA Dome (sus 33.475 asientos albergaron las finales de la NCAA de 1991, 1997 y 2000), a los
que se podía acceder convirtiéndose en uno de los 2.500 voluntarios acreditados o bien previa
adquisición de unas entradas cuyos precios oscilaban entre los 10 y los 190 dólares.
LA DERROTA AMERICANA ES POSIBLE
Alemania (65-67 en el minuto 27 de partido) y China (+12 en el primer cuarto), que no estaban -
ni mucho menos- entre los mejores equipos del torneo, no tardaron en llevar a la práctica un
pensamiento cada día más generalizado: Estados Unidos podía caer derrotado. De lo contrario,
seguramente David Stern no hubiese suspendido sus vacaciones en Milán. Respecto al público
local, más escasez que otra cosa (2.000 espectadores en el debut ante Argelia).
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FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ
CAMPEONATO DEL MUNDO