CAMPEONATO DEL MUNDO CANADA 1994
Los rusos rompen los pronósticos, nadie cree en ello salvo ellos mismos. Su salida fulgurante, muy
concentrados, contrasta con la de sus rivales, demasiado confiados. Las esperadas genialidades
de Kukoc no aparecen, mas Radja mantiene el tipo bien secundad por Komazec. Los hombres de
Belov se retiran al descanso con 9 puntos de ventaja; en la reanudación, los intentos croatas de
recuperar la desventaja chocan con la seriedad de sus rivales que, con muchos apuros, logran una
victoria de plata con sabor a oro (66-64). Babkov resumía la semifinal y casi el Mundial con estas
palabras al finalizar el encuentro: “Nuestro mayor tesoro es la humildad. Nadie nos ha regalado
nada. Siempre nos hemos creído más fuertes. La plata nos sabe a oro de muchos quilates”.
Rusia celebró el éxito por todo lo alto, pero aún quedaba un partido para cerrar su participación.
Nunca antes una final estuvo menos preparada por ambos rivales; los americanos porque se
sentían infinitamente superiores -“No veremos videos ni nada, saludaremos a Kukoc y Radja y
luego les ganaremos” declaraba Shawn Kemp sin saber que su rival era Rusia y no Croacia- y los
rusos por falta de tiempo y de ganas.
Croacia logró la medalla de bronce ante Grecia (78-60) como aperitivo a la final más desigual de
la historia del Mundial. Don Nelson repartió el protagonismo de sus hombres, todos tuvieron
similar participación: harto de problemas quería acabar cuanto antes y cedió a las presiones.
La marcha del partido no varió lo presenciado antes, la abismal diferencia registrada en el
marcador (137-91) tampoco cambió la mala imagen de los campeones, tan buenos dentro de
la cancha como insoportables fuera de ella.
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FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ