CAMPEONATO DEL MUNDO ESPAÑA 1986
LECCION DE HUMILDAD
El juego de Estados Unidos crece tras la estela dejada por su exhibición en Oviedo ante los
yugoslavos. Brasil -siempre los brasileños con opción a medalla- se planta en su camino hacia la
final, pero a estas alturas de competición la maquinaria estadounidense está perfectamente
engrasada con Bogues y Kenny Smith dirigiendo las operaciones a la perfección bien secundados
por la potencia física de Mckey, Robinson, Charles Smith... y con la excelente defensa de todo el
grupo. Una defensa que, sin embargo, no pudo frenar a un Oscar (43 puntos) letal en sus
lanzamientos, autor de 5 triples y objeto de 12 de las 22 personales cometidas por los
norteamericanos, pero demasiado solo ante el bloque de Olson que dominó tan ampliamente en
el aspecto reboteador como en el marcador. Al final, un rotundo (96-80) y la sensación de que
Estados Unidos no ha apurado sus posibilidades. Ahora, sí se comienza a apostar por ellos.
El duelo entre soviéticos y yugoslavos quedó gravado en el libro de oro del Mundial y en el
corazón de todos los que lo presenciaron. Yugoslavia con los hermanos Petrovic al mando de las
operaciones -Drazen, 27puntos; AleKsandar, 15- dominó durante casi todo el partido sin que la
excelente actuación de Sabonis (25 puntos) y Tikhonenko (20) les permitiera acercarse en el
marcador. Pero por una vez los yugoslavos serían victimas de su propia descortesía y de sus
ganas de humillar al rival.
A falta de menos de dos minutos y quince segundos los de Cosic ganan por nueve puntos (81-72).
Es el momento esperado por los Petrovic para comenzar el baile, las provocaciones y humillación
de los soviéticos, muy erráticos en sus lanzamientos a canasta. Renuncian sistemáticamente a
lanzar los tiros libres consiguientes a las desesperadas faltas personales de Sabonis y compañía,
ante el enfado del veterano Dalipagic que increpa a Drazen Petrovic por su conducta antideportiva.
Pero los soviéticos no están enterrados, un triple de Sabonis y otro casi inmediato de Tikhonenko
les acercan a tres puntos a falta de doce segundos