1986
La historia de los Campeonatos Mundiales registró un punto de inflexión en la
edición organizada por España. A partir de entonces se acabarían las penurias,
los problemas políticos y de organización; la televisión se encargará de llevar
los encuentros a todo el mundo, las firmas comerciales apostaran por el
deporte de la canasta e incluso Estados Unidos comenzará a enviar equipos
más competitivos.
Pero, ¿qué ocurrió para que se produjera un giro tan espectacular? Una serie de circunstancias -
intereses comerciales, excelentes jugadores, un vibrante duelo entre Estados Unidos y la Unión
Soviética tras el fiasco de Los Angeles’84- se conjugó para todo ello apoyada en el hecho de que
España reunía todos los requisitos para que el éxito acompañara la celebración del torneo.
Ningún país del mundo aglutinaba como España en aquellos momentos una situación tan
favorable para organizar un acontecimiento tan grandioso.
Cuando en 1982 los dirigentes españoles, con Raimundo Saporta como cabeza visible,
presentaron a la FIBA su candidatura para organizar el Mundial de 1986, los responsables del
baloncesto mundial no daban crédito a lo programado: 24 equipos participantes y siete ciudades
escogidas como sedes. Un salto cualitativo tan grande respecto a todas las ediciones anteriores
que nadie en la FIBA confiaba plenamente en un desenlace feliz.
La FIBA se equivoca; España vive su momento baloncestístico más feliz, quizá irrepetible. Tras el
cuarto puesto obtenido en Colombia, la selección española no ha hecho sino incrementar sus
éxitos culminados con la medalla de plata conseguida en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles
en 1984. Es cierto que en aquella cita olímpica faltaba la Unión Soviética, a consecuencia del
boicoteo comunista a los Juegos como represalia de lo ocurrido en Moscú’80, pero allí estaban
Canadá, Yugoslavia, Italia, Australia y Brasil, además de los Estados Unidos con un equipo
magnífico liderado por Michael Jordan. Los triunfos españoles en aquellos Juegos fueron
seguidos por una audiencia millonaria congregada de madrugada ante los televisores en todo
el país, lo que catapultó el interés por el baloncesto hasta el máximo nivel.
En España se consume baloncesto. La liga ACB vive momentos de gran tensión e interés con los
duelos entre Barcelona y Real Madrid más calientes que nunca; las publicaciones especializadas
atraviesan su momento más álgido, la televisión se vuelca; los aficionados ya no se conforman
con poco, incluso la lejana NBA es algo habitual y conocido para ellos; el baloncesto ha robado el
interés al fútbol, está de moda. Es escenario para que el éxito acompañe al Mundial, no puede
ser más idílico.
Los 24 equipos quedaron repartidos en cuatro grupos de seis con sedes en Zaragoza, Ferrol,
Málaga y Santa Cruz de Tenerife. Los tres primeros clasificados de cada grupo pasaban a
disputar los rondas semifinales, una en Barcelona con los equipos mejor clasificados en los
grupos A y B, y otra en Oviedo, con los del C y D. Los últimos tres clasificados en cada grupo
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FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ
CAMPEONATO DEL MUNDO