Campeonatos PDF Lorena | Page 50

PUERTO RICO 1974 CAMPEONATO DEL MUNDO Un hecho conmocionó al deporte de la canasta en el periodo de tiempo comprendido desde la disputa del Campeonato del Mundo de 1970, ganado por Yugoslavia ante su público, y los preparativos para la edición de 1974 que correspondían a Puerto Rico: Estados Unidos pierde una final olímpica por vez primera. La bomba explota durante la edición de los Juegos de Munich en 1972, después de que se mandaran repetir los últimos tres segundos del partido y cuando los estadounidenses ya celebraban su triunfo. En esos tres segundos polémicos, el pívot Alexander Belov consigue una de las canastas más famosas de la historia del baloncesto y otorga el triunfo (51-50) y la medalla de oro a la Unión Soviética. ¿Robo? ¿cacicada?, ¿decisión correcta? Ni siquiera el paso del tiempo ha puesto de acuerdo a todos los protagonistas. Unos, los estadounidenses jamás aceptaron la derrota y todavía argumentan que aquel título olímpico les corresponde; otros, obviamente los vencedores, replican con la legalidad de la canasta conseguida. Al margen de que la razón esté de parte de unos u otros, lo cierto es que en los años siguientes a la famosa final olímpica se discute con pasión sobre el tema y la tradicional rivalidad entre ambas potencias se eleva. Es este clima enrarecido, Puerto Rico asumió la organización de la VII edición del Mundial de Baloncesto con tanta ilusión como escasas posibilidades de éxito. Los organizadores corrían serio peligro de fracasar en el intento, pero la contratación del español Manuel Benito -responsable del gran éxito que supuso el Eurobasket’73 disputado en Barcelona- dio un giro total a la marcha del Mundial boricua y tornó los problemas en soluciones. En tan solo nueve meses, Manuel Benito y sus colaboradores solventan las dificultades y el Mundial de Puerto Rico salva su imagen, si bien algunos problemas resultaron irresolubles, especialmente los relacionados con los medios de comunicación y con el calor asfixiante que se padeció durante todo el torneo. El formato de la competición registró pequeñas novedades, pero una de ellas muy importante: cuentan los resultados obtenidos en la primera ronda entre dos equipos clasificados para la fase siguiente; de esta manera se evita el hecho de que dos rivales que hubieran jugado en el mismo grupo en la primera ronda repitieran su enfrentamiento en la siguiente. Se mantenían los tres grupos pero dadas las pequeñas dimensiones de la isla, se decide que los partidos se disputen aleatoriamente en la capital San Juan de Puerto Rico y en las localidades próximas de Ponce y Caguas, de modo que los espectadores vieran desfilar por la misma cancha a casi todos los participantes. La fase final se disputó enteramente en la capital y la consolación, en Caguas. Por último, se mantenía la norma de que el conjunto anfitrión quedara exento de la fase de clasificación y se instauraba la novedad de que el último campeón mundial hiciera lo propio. Así, los trece participantes clásicos se convirtieron en catorce. 51 FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ