CAMPEONATO DEL MUNDO CHILE 1959
La presencia de Formosa-la China nacionalista de Chiang Kai-Shek- que no era reconocida por la Unión Soviética y Bulgaria, auguraba problemas. William Jones lo sabía y por ello programó para las últimas jornadas los encuentros entre los chinos y los dos países comunistas con la esperanza de ganar tiempo.
OTRA VEZ LA POLITICA
La Unión Soviética se mostró intratable durante todo el certamen con su estrella Víctor Zunkov al mando bien secundado por los Muzhnieks, Seminov, Korneev o el capitan Valdmanis. Los hombres dirigidos por Stepan Spandarian fueron dejando enemigos en la cuneta con gran facilidad; Puerto Rico( 84-55), Brasil( 66-62), Bulgaria( 78-58), Chile( 75-49) y Estados Unidos( 62-37) cayeron ante el rodillo soviético. Mención especial hay que hacer de esta victoria sobre los estadounidenses pues, además de su contundencia, era la primera vez que un equipo soviético se imponía en baloncesto a uno estadounidense, después de haberse visto las caras en siete ocasiones.
El oro parecía destinado a ser recogido por la selección soviética pero la política de la época-no olvidemos que estábamos en plena“ guerra fría”- terminaba imponiéndose a los nobles dictados del deporte. En la penúltima jornada del torneo, la Unión Soviética debía enfrentarse a Formosa, un rival de escasa entidad, con lo que cerraría su participación ya que en la última jornada le correspondía descansar. Sin embargo el delegado de la expedición sovietica había avisado antes de que su equipo no se presentaría a jugar con Formosa, pues las autoridades comunistas no reconocían a este país sino a la China de Mao Tse Tung( ahora Mao Ze Dong).
China había ingresado en la FIBA en 1936. Tras la Segunda Guerra Mundial el país asiático vivió una larga y dramática guerra civil que finalizó con el triunfo de los comunistas fieles a Mao, mientras que los partidarios del general Chiang Kai-Shek instalaron un gobierno en el exilio en la isla de Formosa. En 1952 el máximo organismo baloncestístico reconoció a Formosa, al tiempo que mantenía los derechos la antigua Federación ahora con el nombre de Asociación de Basketball de la República Popular China.
Formosa había acudido al Mundial de Río de Janeiro sin que hubiera problemas, dada la ausencia de los países comunistas de Europa a excepción de Yugoslavia que siempre fue por libre. La FIBA, conocedora de los problemas que podían suscitarse nunca se refirió a Formosa, ni en clasificaciones, calendarios o normas de competición, como República Nacionalista de China. Pero eso no contaba para la delegación que participaba en el Mundial, hasta el punto que en sus camisetas figuraba grabado el nombre de China. Búlgaros y soviéticos protestaron y amenazaron con no jugar pero no fueron oídos.
El 30 de enero a las 9 de la noche hora local, los jugadores de Formosa, con su logotipo de China en las camisetas, esperaban a sus rivales soviéticos. Pero la espera fue infructuosa, los soviéticos, virtuales campeones, cumplieron sus amenazas y no se presentaron al partido. Cerca de 30.000 espectadores aguardaban el comienzo del encuentro pero solo pudieron escuchar a un atribulado William Jones que pedía disculpas por lo ocurrido. Formosa ganó el partido por 2-0 pero incluso con esa mínima derrota el título correspondía a los soviéticos que habían ganado todos sus encuentros anteriores.
La sanción no podía quedar en la mera pérdida del partido. No parecía lógico que subiera al podio un equipo que se había negado a jugar un partido, con el quebranto económico que había producido y con la mala imagen creada. Durante la mañana de la jornada de clausura William Jones tuvo que recurrir a sus mejores dotes diplomáticas.
29 FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ