ARGENTINA
1950
Al finalizar la trágica década de los años cuarenta, el mundo entero empieza a
recuperar el pulso por vivir. Sobre las ruinas dejadas por la guerra más
destructiva que ha padecido la humanidad nace un nuevo orden mundial.
La Conferencia de Yalta entre los principales líderes de los países aliados supuso, de hecho, un
reparto tácito del mundo, que se consumó nada más acabar la guerra. Stalin cerró las fronteras
de Europa Oriental, Alemania quedó dividida en dos grandes partes y el fallecimiento en 1945 del
Presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosvelt, complicó mucho más las cosas pues su
sucesor Harry Truman hizo de la contención del comunismo uno de los pilares de su política. En
1949 se fundó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que pocos años más tarde
encontraría réplica del otro bando con la creación del Pacto de Varsovia. El mundo ha
abandonado la guerra convencional y entra en una larga etapa de guerras muy localizadas y
tensión entre los grandes bloques con el añadido de la amenaza nuclear. Ha nacido la “guerra
fría”.
Las consecuencias de este nuevo alineamiento mundial se dejaran notar durante casi cuatro
décadas y no habrá una sola actividad humana (social, cultural, política, deportiva...) que no se
vea afectada. El baloncesto no podía ser una excepción, como iremos descubriendo en nuestro
recorrido por la historia de los campeonatos mundiales.
Los Juegos Olímpicos celebrados en Londres en 1948 fueron la primera gran manifestación
deportiva de la posguerra. La esperanza e ilusión de los participantes y público, en una capital en
ruinas recordaban los bombardeos recientes, superó con creces el nivel deportivo y sirvió como
un primer paso para recuperar la normalidad. En Londres, el baloncesto -deporte Olímpico desde
la edición de 1936 celebrada en Berlín- representó un papel estelar tanto en el plano deportivo
como en el número de participantes, nada menos que 23 países presentes. Aunque el título no
se les podía escapar a los estadounidenses que ganaron todos sus partidos y que arrollaron a los
franceses en la final (65-21) con Bob Kurland como máxima estrella, la competición demostró el
grado de madurez del deporte de la canasta, hasta el punto de que allí mismo se pusieron los
cimientos para organizar un Campeonato del Mundo por selecciones nacionales que comenzaría
dos años después y que se disputaría cada cuatro.
El artifice de la implantación de ese Campeonato del Mundo tenía nombre y apellido: William
Jones. Este polifacético personaje, nacido en Roma pero con nacionalidad británica, había sido
alumno en Springfield (Massachusetts) del célebre doctor Naismith, inventor del Baloncesto. En
1932, William Jones había creado la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto Amateur) cuyo
inicial logro fue la organización del primer Campeonato Europeo que se disputó en la ciudad suiza
de Ginebra, un año antes de los Juegos Olímpicos de Berlín que supusieron el bautismo del
baloncesto en el mayor evento del deporte mundial.
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FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ
CAMPEONATO DEL MUNDO