De acuerdo con el informe final del Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social (CIEPS) del Estado de México (2014): las altas tasas de fecundidad adolescente se deben a los embarazos que ocurren más frecuentemente en las mujeres que viven condiciones sociales y económicas desfavorables. (CIEPS, 2014: p.75) Menkes y Suárez (2003) retomados por el CIEPS concluyen con lo siguiente: “el embarazo adolescente, más que un accidente, responde a un contexto social y cultural, que se relaciona con la valoración de ser madre y esposa sin reales perspectivas escolares, ni con perspectivas concretas de desarrollo personal. Sin duda, el hecho de que la variable educativa resultara más significativa que otras variables macroeconómicas como el tamaño de localidad, el acceso a servicios, o bien el ingreso familiar, parece relacionar el embarazo adolescente con aspectos ligados al desarrollo personal de las jóvenes”. (Menkes y Suarez citados por CIEPS, 2014: p.75)
Analizando las dos citas anteriores, podemos entender que el embarazo adolescente es un problema complejo, debido a que es multicausal, por lo tanto, es necesario que se aborde de esta manera.
Conclusiones
El embarazo adolescente es un problema que no solo le corresponde atender a la salud pública, como ya lo hemos mencionado anteriormente, el embarazo adolescente al ser un problema multicausal, debe ser estudiado de manera más compleja, porque esto permitirá tener una mejor comprensión del fenómeno, y de esta manera, contar con todos la información necesaria para que los encargados de diseñar las estrategias de intervención por parte de las instituciones, contemplen todas las causa del fenómeno, además, esto también permitirá que los programas y proyectos no solo se centren en el tema de la educación sexual, sino que sean programas que tengan relación con otros programas y proyectos como pueden ser los de empleo, cultura, salud, educación, etc., y de esta manera logren ser eficientes y eficaces, generando que el índice de embarazo adolescente disminuya.
Con todo y lo anterior, me atrevo a decir que el Trabajo Social es una profesión fundamental pa-
mentación, vivienda, acceso a la educación básica y a los servicios de salud”. (Stern, 2004: p.131) por otra parte, nos dice que la vulnerabilidad social “Comprende la interacción de condiciones y situaciones tanto estructurales como coyunturales; comprende varias dimensiones: la económica, la social y la cultural, y se manifiesta en varios niveles: objetivo y subjetivo”. (Stern, 2004: p.131)
A partir de lo anterior, resulta interesante que el tema del embarazo adolescente se analice desde otros ámbitos y no solo se vea como un problema de educación sexual, porque quizá eso es lo que provoca que todas las estrategias diseñadas e implementadas no estén dando el resultado esperado, que es reducir el índice de embarazo adolescente.
Stern, retoma a la pobreza y a la vulnerabilidad social como ejes centrales que permiten entender al fenómeno, algo importante que recalcar es que pobreza y vulnerabilidad no son lo mismo, son aspectos totalmente diferentes que en muchas ocasiones se consideran como sinónimos, pero no lo son.
Dentro de su investigación, él expresa que las condiciones de pobreza o las de vulnerabilidad social (que recordemos, no siempre son económicas) son las que hacen una diferencia, ya que el problema no se da igual entre clases sociales o grupos sociales, y esto es alarmante, ya que 4 de cada 10 mexicanos se encuentran en condición de pobreza.
Marzo 2020 | Cambio Social | pág. 5