lleva a luchar por una causa justa, por la
solidaridad con el resto de compañeras que
puedan sentirse solas, esas mujeres que viven
sufriendo los malos tratos de un maltratador del
que dependen económicamente, los hij@s de
estas mujeres que sufren con ellas, a mí me
importan y necesitamos toda la ayuda para
acabar con esta despiadada realidad.
Mientras tanto las mujeres seguimos haciendo
ese trabajo invisible cada día, ese trabajo que
nadie ve o que prefieren no ver, seguiremos en el
ostracismo , en la cuerda floja, en la más
absoluta "desigualdad", seguiremos estando
solas y sin poder participar en las decisiones que
nos afectan directamente. Seguirán tomando
nuestro espacio hombres encorbatados que
viven ajenos a esta realidad.
Apostar por las economías feministas es apostar
por el bien común, es proteger el medio
ambiente, es el fomento del "cooperativismo",
teniendo presente la sostenibilidad ambiental, "la
sotenibilidad de la vida".
Está claro que hay potencial, en las Jornadas se
demostró, las numerosas asociaciones,
cooperativas y empresas que basan su modelo
productivo en estos valores, y que aportan
nuevos modelos modelos de producción que den
valor al capital humano y respeten los recursos.
Fiare, La Solar, El Borrico, La Luciérnaga, La
Brújula, éstas sólo son algunas, y nos han
demostrado que otro mundo es posible!
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