OPINIÓN
"El polvorín murciano, los barrios
del sur y la tormenta perfecta"
Por José Coy, activista social.
Artículo publicado originalmente en lacronicadelpajarito.com el 20 de Nov 2017
Se llama una tormenta perfecta cuando la
conjunción de diversos factores genera diversas
energías que culminan en una forma de
explosión. Luego están los sociólogos y
analistas que intentan investigar y definir los
motivos profundos de tal tormenta perfecta.
Sin ser sociólogo, estoy seguro de que hay un
sustento claro para entender la evolución de las
movilizaciones que estamos viendo estos días,
ya que los barrios del sur de Murcia no están al
margen de las estadísticas de la crisis que hay
en el conjunto del país. En estos barrios se
sufren los mismos problemas derivados de la
crisis que se sufre en otros barrios y pueblos de
la región. Doy un dato que conozco bien: una
parte del activo del movimiento de afectados por
la hipoteca en Murcia se nutre de vecinos y
vecinas de los barrios del sur; el mismo
compañero detenido de muy malas maneras el
pasado martes 3 de octubre forma parte de la
PAH y en las vías me encuentro diariamente con
jóvenes con la convicción de que no hay futuro y
mucho menos en barrios convertidos en guetos;
con abuelos y abuelas que son quienes
mantienen en muchos casos a hijos y nietos;
comerciantes desesperados que van directos a
la ruina; niños y niñas que ven cómo sus padres,
madres y abuelas son rodeados por
antidisturbios, incluso a la salida del colegio –
como sucedió el martes pasado–, que quedará
separado del barrio por el ya famoso muro.
También veo y oigo una sensación muy
mayoritaria de región abandonada. Se comenta
mucho en los corrillos que si estuviéramos en
otro lugar de España este muro no se atreverían
a ponerlo, ni siquiera a proponerlo. También hay
algo que llama mucho la atención en las
conversaciones con vecinos y vecinas: siempre
sale el aislamiento informativo que tenemos;
fuera de esta tierra murciana no tenemos quién
nos escriba un titular en prensa estatal a no ser
que pase algo muy gordo. Eso ya se descubrió
en el primer desalojo de las vías hace unas
semanas. Vaya, que esta tierra murciana no
existe; bueno, si existe para chistes y cuando
pasan catástrofes o sucesos de la España
profunda.
Todo lo anterior, sumado al empecinamiento del
gobierno de seguir con la construcción del muro
de la vergüenza, nos lleva a un conflicto al que
aún le queda cuerda para rato y que amenaza
con convertirse en regional, con los barrios del
sur a la cabeza en defensa de una tierra
abandonada por todos los gobiernos, si no se
ponen soluciones sobre la mesa con proyecto,
presupuesto y plazos para el soterramiento.
No soy sociólogo ni futurólogo, tampoco estoy
haciendo apología de violencia alguna, solo
relato lo que oigo y veo, pero el olfato me dice
que o ponen una solución inmediata sobre la
mesa que convenza a la plataforma
prosoterramiento o este conflicto vecinal puede
derivar en algo mucho más gordo de lo que ya
de por si es ahora.
Los gobiernos tienen que escuchar a su gente.
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