En el Nuevo Testamento se habla del hombre interior y se revela la responsabilidad de la persona singular. Y es que no habría posible cristianismo si no es referido a sujetos personales singulares. A diferencia del mundo griego, del pensamiento averroísta, el cristianismo se funda en la persona concreta.
Y eso en la evolución del pensamiento de la Iglesia —sobre todo de la Iglesia actual—, es cada día más vivo. Su aportación debe ser la defensa de la persona íntegra, única e irrepetible. Como afirmó el Concilio Vaticano II, y lo repitió una y otra vez el Papa Juan Pablo II, nosotros nos entendemos solamente a la luz de la verdad del Verbo encarnado.
¿Quién es Dios? ¿Quién es el hombre? En Jesucristo, el Varón perfecto, el hombre explica su enigma, su misterio y sus derechos desde esa luz que viene de Dios. Y la Iglesia contribuye en dar esa luz.
Teniendo en cuenta el valor de su opinión y de su sabiduría en el tema, estamos de acuerdo en cuanto a que la iglesia debe dar su opinión en cuanto a lo que se haga con los seres humanos, pues somos católicas y lo creemos importante, pero como pensamos además que la iglesia de ha convertido en un tipo de mercado y manipulación, que ha dejado a un lado lo verdaderamente importante, no estamos de acuerdo con que la iglesia rija tanto el destino de los seres humanos, pensamos que no solo se debe tener presente esta opinión, aunque es importante no es la única, para influir tanto como lo ha hecho y como se ha visto en temas de leyes que realmente no les correspondetomar decisiones.