maciones a lo largo del tiempo.
Viviendas que se convierten en oficinas, áreas comunes que fomentan la interacción social y plantas abiertas que se redefinen según las necesidades del usuario. En este contexto, la arquitectura moder- na se mantiene vigente porque entiende que el diseño no es una moda, sino una respuesta inteligente a los desafíos contemporáneos. Su fortaleza radica en su capacidad de evolucionar sin perder su esencia: crear espacios funcionales, estéticos y profundamente humanos.
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