D. Para que sea un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
E. Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
G. sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
H. Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente.
Para esto fueron constituidos los ministerios no para engrandecer al hombre
En ningún momento leo que estos ministerios son para engrandecer al un hombre con ciertos dotes , y miren que dote y no dones, porque los dones los da el Espíritu Santo y quien se mueve bajo la unción del Espíritu Santo Jamás tomara la gloria para sí, siempre dará la gloria a aquel que lo llamó.
Ningún hombre en la tierra está en la capacidad de hacer milagros, eso le corresponde exclusivamente a Dios ( Jehová Rafa, Jehová es el Sanador) .Que Dios nos usa como canales para hacer su obra sanadora es cierto, pero si en medio de ello desviamos la mirada del necesitado o del oyente, así el hombre, que ejerce el ministerio cualquiera que sea, y toma la gloria para él viene a ser un canal contaminado ,que solo produce muerte y están lejos de la presencia de Dios. Por esa razón las cruzadas apostólicas las vemos muchas veces impregnadas de falsedades. Un conocedor de la gracia de Dios siente miedo al ver este tipo de ministerios, llámese apóstoles o cualquiera otro ministerio en acción. Se atribuyen poderes que solo le corresponden a Dios.
Quien quiera hoy llamarse apóstol, pastor, evangelista, profeta, maestro y no le da la gloria a Dios entonces no es nada y solo está envanecido en su propia mentira.
Algunas personas que conocen mi trayectoria ministerial me han dicho “pero tú eres un apóstol” yo solo les digo déjame seguir siendo pastor y maestro porque un pastor y maestro fue quien lideró a doce apóstoles
Señores, llevemos al pecador a los pies de Cristo y no a los nuestros, llevémoslo a Adorar al Señor y no al hombre
Termino con este consejo a los apóstoles y profetas modernos Mat 20:25 -28. Entonces Jesús, llamándolos, dijo:
Para esto fueron constituidos los ministerios no para engrandecer al hombre
En ningún momento leo que estos ministerios son para engrandecer al un hombre con ciertos dotes , y miren que dote y no dones, porque los dones los da el Espíritu Santo y quien se mueve bajo la unción del Espíritu Santo Jamás tomara la gloria para sí, siempre dará la gloria a aquel que lo llamó.
Ningún hombre en la tierra está en la capacidad de hacer milagros, eso le corresponde exclusivamente a Dios ( Jehová Rafa, Jehová es el Sanador) .Que Dios nos usa como canales para hacer su obra sanadora es cierto, pero si en medio de ello desviamos la mirada del necesitado o del oyente, así el hombre, que ejerce el ministerio cualquiera que sea, y toma la gloria para él viene a ser un canal contaminado ,que solo produce muerte y están lejos de la presencia de Dios. Por esa razón las cruzadas apostólicas las vemos muchas veces impregnadas de falsedades. Un conocedor de la gracia de Dios siente miedo al ver este tipo de ministerios, llámese apóstoles o cualquiera otro ministerio en acción. Se atribuyen poderes que solo le corresponden a Dios.
Quien quiera hoy llamarse apóstol, pastor, evangelista, profeta, maestro y no le da la gloria a Dios entonces no es nada y solo está envanecido en su propia mentira.
Algunas personas que conocen mi trayectoria ministerial me han dicho “pero tú eres un apóstol” yo solo les digo déjame seguir siendo pastor y maestro porque un pastor y maestro fue quien lideró a doce apóstoles
Señores, llevemos al pecador a los pies de Cristo y no a los nuestros, llevémoslo a Adorar al Señor y no al hombre
Termino con este consejo a los apóstoles y profetas modernos Mat 20:25 -28.