BRUJULA TEOLOGICA OCTUBRE 2016 | Page 19

1Corintios 4: 1-2. Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Es entendible que somos sus siervos y que jamás podemos igualar al Señor

Pablo utiliza dos palabras muy apropiadas para describir la función de los maestros en la iglesia: servidores, lit. “ayudantes, o colaboradores”, y mayordomos.

La primera conlleva el sentido de rendir personalmente cuentas a Cristo en cuyo servicio uno se ocupa.

La segunda se refiere a la actividad clave de ese siervo especial en la casa cuya tarea era transferir los recursos del dueño a los miembros de su casa según sus necesidades. Lo que se le ha confiado a Pablo son los misterios de Dios, esto es, la sabiduría de Dios que habla en el capítulo anterior. Es un transmisor de la verdad. Los mayordomos debían poseer ciertas cualidades. En el contexto cristiano lo que se exige es confiabilidad.

El elogiarse a sí mismo o permitir que otros lo hagan al punto de creer que los milagros que ocurren por la predicación del evangelio es poder del hombre y no de Dios, es predicar otro evangelio y no el que nos encomendó nuestro Señor; hay que reconocer quien es Dios y quienes somos nosotros

Son los oyentes beneficiados por la predicación o solo se busca el beneficio del predicador. No quiero ser mal entendido creo que el servidor del Señor debe disfrutar de las bendiciones que el Señor le da. Pro 30:8-9 dice vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Mantéenme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.

Siempre debemos tener en nuestra mente cual es nuestra posición delante de Dios con el propósito de comunicar el evangelio de salvación a la humanidad

1 Timoteo 2:5 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, Está convencido de que Cristo murió en su lugar, y ahora él quiere vivir para Jesús.

Gálata 1:8 Pero si aún nosotros, o un ángel del cielo, les anunciara otro evangelio contrario al que les hemos anunciado, sea anatema (maldito).

Anatema (del latín anathema, y éste del griego ἀνάθεμα, «maldito, apartado») significa etimológicamente ofrenda, pero su uso principal equivale al de maldición, en el sentido de condena a ser apartado o separado, cortado como se amputa un miembro, de una comunidad de creyentes.

Era una sentencia mediante la cual se expulsaba a un hereje del seno de la sociedad religiosa;

Conclusión Se necesita hoy que se levanten hombres y mujeres comprometidos con Dios dispuestos a ser un canal de reconciliación entre Dios y los hombre dándole siempre la gloria a él.

Que privilegio nos ha dado nuestro Dios de ser portadores de este ministerio, no se le dio a los ángeles, se complace en usarnos a nosotros no lo defraudemos honremos este maravilloso llamamiento.