Vivimos en verdad un cristianismo donde muchas veces la religiosidad nos impide hablar de algo que es prohibido dentro de nuestras familias e iglesias. ¿Cómo un Dios Santo, pudo haber creado al ser humano con algo “sucio” para ser practicado? ¿o cómo pudo él equivocarse en dar un sexo errado a una persona? Hay en nuestras iglesias jóvenes viviendo confusión en su identidad, y sin personas con un ministerio hacia ellos, donde no se les condene, ni se les juzgue, sino donde se pueda ir a la raíz del por qué están pensando o actuando de ciertas maneras. Soy misionera, junto con mi esposo, en una organización misionera reconocida, y frecuentemente tenemos que pastorear jóvenes que vienen de iglesias, pero con una gran confusión en su identidad, luchan pues aunque tienen un sexo biológico (hombre – mujer) pero con comportamientos y pensamientos totalmente contrarios a ese sexo biológico. Personas que cuando son afirmadas en su identidad y viene la verdad de Dios a sus vidas, confiesan y renuncian a esas prácticas y entran en un tiempo de restauración. Dios comienza a llenar ese déficit de amor en ellos, y entonces pueden aceptar sus identidades y llegar a ser hombres y mujeres dando honor a Dios y de paso hiriendo al principado de Satanás.
Una de las cosas que escuchamos, es que se debe tener tolerancia, y tolerancia es, dar espacio, minimizar, fingir no ver, no confrontar, no enseñar. Dios no nos ha llamado a tolerar el pecado y la ideología de género. No somos llamados a fingir que nada pasa o a creer que otros lo harán. Tolerar significaría que les estamos dando el espacio a otros que quieran vivir de maneras contrarias a lo que Dios ha diseñado. Dios nos puso para que enseñando a otros dejemos marcas en sus vidas. Enseñando, del Latin= in/signare IN= Penetrar. SIGNARE= Marcar, Señalar, enseñar tiene que ver con marcar la vida de las personas. Una enseñanza es tan profunda que te marca para toda la vida y debemos ser intencionales en la vida de nuestros hijos. Si quiero que algo pase en mi vida y en la de mis hijos, tengo que ser intencional. Enseñanza tiene que ver con intencionalidad.
Que algo sea común no quiere decir que sea normal, desde nuestra vereda las vemos común porque así las hemos visto.
Si hablamos de hijos, no podemos dejar de lado a los hijos adolescentes y jóvenes cristianos, que están involucrados en ver pornografía y en practicar masturbación. Una encuesta realizada por Enfoque a la familia reveló que el 47% de las familias dijo que la pornografía es un problema en sus familias. La mayoría de las que respondieron a la encuesta eran familias cristianas. ¿a quién le interesa esto?