“Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. 43Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. 45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mc. 10:42-45)
INTRODUCCIÓN
Vivimos en un mundo muy competitivo y nuestro propio corazón nos hace competir hasta con nosotros mismos. A raíz de esa actitud competitiva, buscamos los primeros puestos y hacemos lo que sea por sobresalir. Esto además de ser pecaminoso, se constituye en una forma de eliminar a quienes pensamos que nos pueden hacer el camino difícil en la conquista de los lugares que consideramos prominentes. Tal actitud no sólo se da en el mundo del deporte, el trabajo y las finanzas. Es muy triste que los patrones competitivos se desarrollen y afirmen en el seno del hogar, la escuela y la iglesia. A la mayoría se nos sembró la semilla de la competencia por nuestros padres y ahora somos víctimas de ese reto insaciable por ser los mejores y llegar de primeros.
A nivel de la vida cristiana y la dinámica de las iglesias, se plantean desafíos serios con miras a la competencia. Son muchas las familias lastimadas, iglesias y ministerios por personas competitivas, crueles y déspotas; en procura del primer lugar. Mientras algunos lo logran con imponencia otros lo buscan con otro tipo de manipulación. Parce que todo se vale a la hora de ascender en la escalera del protagonismo y la prominencia. Es triste que quienes más padecen esto, son víctimas de su propio invento. No obstante, son voraces en su amor al poder y traicioneros en su carrera desmedida por estar en la cima. Hemos visto muchos colegas llorar por las traiciones de sus compañeros. Quienes se mostraron afables y fieles, les clavaron la ponzoña venenosa de la lujuria al poder y les lastimaron ampliamente.