En Lucas 5:1 dice: “Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios”. Hay gente que siempre estará ansiosa de escuchar algo nuevo, esa ansiedad, es aprovechada por pseudopredicadores mal intencionados, amadores de sí mismos, para sacar beneficios personales, dejando ver así su verdadero carácter, “hombres amadores de sí mismos” “Porque en los últimos tiempos habrá sed y hambre de la palabra de Dios”. Hoy más que nunca se necesitan hombres dispuestos a predicar la palabra de verdad, dándole honor y gloria al Señor Jesucristo.
Dice entonces en V.2 que: “Jesús vio dos barcas, que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes”. Esto deja claro que algunos hombres ponen fin a su jornada, sea familiar (divorcio) algún proyecto, o una empresa. Ellos dan por terminado todo, solo queda lavar las redes y ponerlas en el olvido. Notemos que ellos eran pescadores, eran profesionales, sabían lo que hacían, pues tenían vasto conocimiento de su trabajo. Muchas veces el ser profesional pone una distancia entre Cristo y la humanidad y no es que sea malo ser profesional, pero, pone una distancia entre tú y en el poder de Dios, porque tu conocimiento te hace pensar que Dios está de más en lo que haces
Lucas 5:3-4 “Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar”. Simón era el único discípulo que tenía tres nombres: Simón, Pedro y Cefas. Hay una variedad de carácter en el ser humano, un día estás de una forma, otro día de otra, no importa las variaciones de Carácter en tu vida, Dios está presto a trabajar contigo y demostrarte que El tiene la última palabra.
Lucas 5:5 Respondiendo Simón, le dijo: “Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red”.