BRUJULA TEOLOGICA DICIEMBRE 2017 | Page 11

LUIS A. RINCON

Pastor, Bogotá

Colombia

Uno de los suicidios, de los muchos en el campo cristiano evangélico, que impactó y llamó mucho la atención en el mundo cristiano algunos años atrás, fue el suicidio de Matthew, el hijo menor del famoso evangelista Rick Warren, autor de una vida con propósito, Murió por un disparo de arma de fuego auto-infligido. A causa de una depresión que padecía el joven de 27 años.

Su propio hijo no encontraba propósito para su vida. Desafortunadamente, él también sufría una enfermedad mental que desembocó en una profunda depresión y pensamientos suicidas”.

Desafortunadamente, él también sufría una enfermedad mental que desembocó en una profunda depresión y pensamientos suicidas”.

Hoy día en algunas familias, sean cristianas o no, pobres o ricos, cultos o incultos, atraviesan por diversas clases de problemas, que aparentemente son más fuertes que sus propias fuerzas, para poderlos sobrellevar, y aun algunos en ese momento han desfallecido, se sienten como si Dios los hubiese olvidado, Y que ya no tienen la suficiente reserva para afrontar la situación, ya sean económicos, afectivos, familiares, sentimentales, de salud terminal, que los envuelven, que los oscurecen y nublan su entendimiento, y su razón no les da otra salida que quitarse la vida

Cabe preguntarnos, ¿Es un pecado imperdonable? ¿todos los que se suicidan se van al infierno?

¿Pueden aquellos que han tomado su vida ir al cielo? ¿será que si al momento del suicidio, piden perdón a Dios por lo que van a ser, y serán perdonados?

¿Porque Dios permite esta tragedia? Es una pregunta, sin respuesta lógica

¿En esos momentos se pensará, en el futuro eterno de su alma? A lo mejor en esos momentos lo que les preocupa es liberarse del sufrimiento que padecen en el momento y no en la eternidad.

Es muy fácil, juzgar, condenar y hasta enviar a los infiernos, no solo a la persona que comete tal determinación, sino que también condenan a la familia al haber permitido que la persona llevara a cabo tal determinación.

¿Cómo puede ser que los cristianos seamos insensibles al dolor de otros? aún si estuviera equivocado en algo ¿Dios lo quiere destruir o bendecir?

Cuán difícil es para la gente, ponerse en los zapatos de los demás. Juzgan la acción, y sus diatribas es: que hubo falta de fe, falta de oración, falta de confianza en Dios, que no espero en Dios, que no era verdaderamente hijo de Dios.