BRUJULA CIUDADANA Respuestas humanitarias, ni muros ni promesas | Page 16
Brújula Ciudadana 105
14
Los migrantes de esta y la anterior caravana
son, desde mi punto de vista, un nuevo tipo
de movimiento social, al mismo tiempo que
un ejemplo desolador, avasallante, aleccio-
nador de las “consecuencias humanas de la
globalización” como diría el sociólogo Zig-
munt Bauman.
Por eso, propongo entender las caravanas
o éxodos, además de como una novedosa
forma de migración en tránsito por México,
por su caminar en masa y por su audacia de
salir de las sombras del clandestinaje, como
una “Rebelión de las víctimas del Plan Fron-
tera Sur (Véase, https://www.animalpolitico.
com/blogueros-blog-invitado/2018/11/13/
la-rebelion-de-las-victimas-del-plan-fronte-
ra-sur/). Con el acto político de caminar a
plena luz del día, con los hijos en brazos o
en carriolas, desafían la economía política del
terror, pero también de la solidaridad que
se despliega en torno a la migración como
industria.
El escenario, no obstante, es diferente al pri-
mer éxodo de desplazados que, caminando
en masa, resistieron la violencia institucional
del gobierno de Enrique Peña Nieto y a sus
medidas de “extranjerización permanente”,
amparado en el Plan Frontera Sur ya mencio-
nado. Desde el verano de 2014, dicho Plan
convirtió los trayectos de los transmigrantes
centroamericanos por México en más clan-
destinos, más largos, más peligrosos y más
costosos.
Sin embargo, y esta me parece la principal
diferencia en el escenario contemporáneo, el
limbo administrativo que “atrapó” el caminar
de los desplazados de toda América Central
mientras México transitaba de la “dictadura
perfecta” a la “IV transformación” no existe
más. Están nombrados, han rendido pro-
testa y están en plenas funciones todos los
funcionarios responsables de garantizar los
derechos humanos, el interés superior de
los niños, el derecho a la vida, a la salud, a
la integridad física, emocional y patrimonial
de esos y todos los migrantes en tránsito
por México.
Igualmente, no podemos perder de vista que
esta segunda megacaravana inicia su andar
en medio de la crisis institucional en Estados
Unidos, con el gobierno norteamericano
“cerrado” por lo que el presidente Donald
Trump llama la “crisis migratoria que se resol-
verá con un muro” y la que los congresistas
demócratas llaman un “chantaje” mayor del
gobierno federal. Mientras se destraban las
“tensiones” y una perspectiva se impone
sobre la otra, muchas instituciones y sus
respectivas burocracias están congeladas
desde navidades de 2018. Por ejemplo, las
Cortes Migratorias han cancelado más de
40 mil audiencias, al grado que los exper-